El bebe jefazo: Negocios de Familia (2021)

 

Tengo que admitir, que EL BEBE JEFAZO (2017) fue una película anima de la que no esperaba nada, pero que en un viaje de avión estaba disponible para ver, y total, para hacer pasar el tiempo, nada mejor que el género de la animación. Y sorprendentemente me lo pase bien con ella. Eso sí, nunca he visto la serie que se realizo para Netflix titulada EL BEBE JEFAZO: ¡ATRAPA AL BEBE! porque bajo mi punto de vista, no es necesaria una serie del personaje, y aun veo menos una secuela de la primera parte, pero parece ser que en DreamWorks hace tiempo que se olvidaron de hacer buenos largometrajes, para solo ofrecernos secuelas de dudosa calidad (como ocurrió hace poco con SPIRIT: INDOMABLE) y que se repite con EL BEBE JEFAZO: NEGOCIOS DE FAMILIA (2021).

Tim y Ted ya son adultos. Tim y su esposa Carol viven con su hija superdotada de 7 años Tabitha y la pequeña de la casa, la bebé Tina. A pesar de que los hermanos Templeton no mantienen la misma relación, Tabitha tiene idealizado a su tío Ted y de mayor quiere ser como él y ser el director de un gran negocio. Pero, para sorpresa de la familia, toda la atención recae en Tina, quien desvela que es una superagente secreta de BabyCorp. Su misión es descubrir la doble imagen que esconde la escuela de su hermana y su misterioso dueño, el Dr. Erwin Armstrong. Tim y Ted volverán a las andadas, pero esta vez acompañados de una nueva familia.

Lo primero que no puedo entender es como la unión del director Tom McGrath y el guionista Michael Mccullers, haya podido realizar algo tan aburrido e insípido, más cuando el primero ha sido director de la saga MADAGASCAR y el segundo, guionista de la saga AUSTIN POWERS (en la segunda y tercera entrega). El problema, al menos en esta película, es que las bromas y los gags no hacen gracia y las cosas van mejor cuando lo ignoramos en su mayoría, pero no podemos dejar de pensar en la historia en sí. Si que puede hacer reír a los más pequeños y los personajes al menos tienen corazón, pero los mejores momentos de la película en su mayoría solo te hacen desear que el talento involucrado estuviera trabajando en algo muchísimo mejor.



El resto se apoya tanto en una premisa que rara vez se construye en un lugar donde la comedia real puede brillar. "Es gracioso porque son bebés", puede funcionar para una parodia, pero si eso no va a ninguna parte, es difícil distraerse lo suficiente como para evitar responder: "¿Lo es?" Los bebés ninjas, por ejemplo, son graciosos durante unos pocos segundos, pero minuto tras minuto de bromas sin gracia que simplemente te miran por encima del hombro mientras te empuja en el brazo con un, "¿Eh? ¿Eh? ¡Es gracioso porque son bebés! " es muy agotador para el espectador.



La historia necesita personajes y, si bien todos los personajes hacen lo que pueden, solo Ted (Alec Baldwin que repite doblando al personaje) tiene un desarrollo donde trabajar. Él cumple, tiene algunos diálogos graciosos y te convence fácilmente de que verías clips de su personaje de 30 segundos para siempre, pero no lleva una película completa de manera efectiva. El villano de la historia tiene alguna escena que destaca, y si hubieran abrazado más la locura detrás del personaje, las cosas podrían haber sido muy diferentes. Hay más para disfrutar en el villano que casi cualquier otra cosa, y sobre todo porque le da un tipo de gag loco, pero que funciona.



A pesar de todo lo que la trama intenta luchar contra el aburrimiento, deja la mayoría de las cosas demasiado simplificadas y pasa de una broma a otra sin mucha confianza en sus espectadores. La mayoría de los personajes "sienten" cosas porque lo dicen, las grandes maquinaciones tienen sentido porque el villano dice lo que son y poco más.



En definitiva y resumiendo: EL BEBE JEFAZO: NEGOCIOS DE FAMILIA es totalmente olvidable y es un ejercicio por parte de DreamWorks solo para conseguir dinero en taquilla a costa de una buena primera película y de las familias que llevan a sus hijos al cine. Un metraje exagerado (107 minutos), un guion pobre que se alimenta de un bombardeo de chistes sin gracia, y escasos momentos de diversión, en lo que podría haber sido una secuela con alma si se hubiera puesto mas empeño en ello (porque hay ideas que sí podrían haber funcionado). Lo que me parece ya de “traca” es que intentan introducir un nuevo “bebe jefazo” en la secuela, siendo esta Tina y utilizándola en todos los posters promocionales y el tráiler, cuando en realidad… es solo un alivio cómico con un papel secundario. Pero “todo sea por el dinero” deben de pensar en DreamWorks.


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