Dark Crimes (2016)


Un detective de homicidios (Jim Carrey) encuentra paralelismos en el asesinato que está investigando y un libro escrito por un novelista (Marton Csokas).

Siempre es agradable para el espectador ver como un actor como es Jim Carrey  que sin duda fue la estrella de la comedia más grande de los noventa (lo odies o no, es un hecho) realizar otro tipo de papeles lejos de sus género, el actor comenzó a explorar personajes más oscuros, lejos de lo que sus fanáticos le pedían. Películas como MAN ON THE MOON (1999), EL NUMERO 23 (2007) o PHILIP MORRIS ¡TE QUIERO! (2009) fuero todas fracasos en la taquilla, pero era fascinante de cómo se revelaron auténticos aspectos de la vida del actor, en donde cualquier extensa entrevista con la estrella era suficiente para ver que no era el tipo tan bromista y feliz como nos lo querían vender las productoras.


Esta introducción es para decir que DARK CRIMES (2016), es sin duda, la película más oscura en la que ha aparecido. Evitando cualquier tipo de Spoiler al lector, se puede decir que esta película es como un cuento macabro en Polonia que podría ser mejor descrito como EL MUÑECO DE NIEVE (2017) donde la estrella es Jim Carrey vez de Michael Fassbender. Interpretando a un poli torturado psicológicamente, con una esposa y una hija que lo detestan, Carrey es un protagonista más bien discreto. Él nunca deja escapar una sonrisa en esta historia que se abre con una redada en un club de sexo donde las prostitutas son guiadas a cuatro patas y torturadas, psicológica y físicamente. Es sorprendente que Carrey, quien atacó a KICK ASS 2 (2013) por su violencia, estaba de acuerdo con esta historia mucho más inquietante, que persiste sobre la violencia sexual, que cualquiera parodia violenta de superhéroes como fue la anteriormente mencionada.


La película del director griego Alexandros Avranas es en realidad un auténtico desastre, y cuenta un misterio que nunca atrae la atención del espectador, gracias (sobretodo) a un plantel de personajes completamente absurdos. El principal de ellos es el antagonista, un escritor de novelas (Marton Czokas), que básicamente se comporta como Lars Von Trier, burlándose tanto de sus críticos como de sus admiradores y exclamando con orgullo su misoginia. Mientras tanto, Carrey intenta un acento polaco que va y viene cuando le apetece. Solo Charlotte Gainsbourg se destaca como una ex trabajadora en el club sexual que Carrey ayudó a desmantelar, mientras que el resto del elenco habla principalmente con acentos polacos indescifrables (llegando a parecer un idioma alienígena).La trama va y viene sin ningún tipo de acción o suspense, lleno de diálogos vacíos, en donde ese giro final consigue que el espectador se dé cuenta de que ha perdido 92 minutos exactos de su vida viendo esta patraña.


En definitiva y resumiendo: Demostrando que cuanto más grande es la estrella, peor es la película si se estrena directamente en VOD (solo hay que ver los últimos títulos de Bruce Willis) DARK CRIMES de hecho marca un capítulo extraño en la carrera de Carrey. Uno se pregunta qué lo atrajo a ese material tan desagradable y horrible, si bien su actuación es admirable (a pesar del acento antes mencionado), la película es todo lo contrario, y por todo eso sin duda merece que desaparezca en la oscuridad para todos los implicados en la película (por su bien).