Como espectador, siempre se asocia a una cierta satisfacción
cuando los personajes de las películas se rebelan contra un sistema rígido y al
final se imponen contra él. Especialmente en las películas que están dirigidas
a un público más joven, a la gente le gusta trabajar con el motivo de que los
niños o jóvenes se impongan frente a los adultos condescendientes y realmente
se lo muestren tanto a ellos mismos como al público. Determinarte quién eres y
qué quieres hacer con tu vida, naturalmente, siempre juega un papel importante
a esa edad. Esta lucha por la libertad puede suceder plasmando la historia como
una comedia. Otros prefieren la dirección dramática, incluido Manjari Makijany,
directora y coguionista de la película india LA SKATER (2021) que se estreno en Netflix el pasado 11 de
junio.
Prerna (Rachel Saanchita Gupta) una adolescente de la India rural alcanza la mayoría de edad cuando se inicia en el skateboard. Como consecuencia, tiene que luchar contra toda probabilidad para seguir sus sueños y competir en el campeonato nacional.
La película no solo se trata de la lucha entre jóvenes y mayores. LA SKATER se asocia más con las sociedades que insisten en la tradición: el hombre por encima de la mujer. Pronto se aclarará que la parte femenina de la población tiene poco que decir en una remota aldea. Cuando Prerna se sube a un skate (monopatín) y practica así lo que se supone que es un deporte de chicos, los hombres mayores se indignan, que prefieren ver a las mujeres como amas de casa. Por lo tanto, LA SKATER es un drama sobre la mayoría de edad completamente feminista, que trata sobre alguien que puede desarrollarse independientemente de todas las expectativas y modelos a seguir tradiciones que se exigen.
Algo así siempre es bueno, por supuesto. Pero la simpatía no es la única característica de una película. Se necesita un poco más. Y, lamentablemente, hay un pequeño problema. Un punto de fricción es, por ejemplo, cómo dos personas vienen de fuera y de alguna manera parecen tener tiempo y dinero sin límite para hacer realidad los sueños de las personas. Por no hablar de la generosidad. LA SKATER está menos interesada en hablar sobre las condiciones cotidianas en forma de drama y crítica social. Más bien, tiene una apariencia bastante idealizada, casi de cuento de hadas. Una actitud positiva es agradable en una historia, pero luego debes orientarte un poco hacia la realidad y la película solo lo roza con los dedos.
Pero incluso aquellos a los que no les molesta el optimismo tan azucarado de que todo va a salir bien, o tal vez incluso lo encuentran como algo positivo, tienen que reducir sus exigencias sobre el contenido. Aquí se sabe cómo va a funcionar toda la historia, incluso antes de que suceda. Y con los personajes tampoco se hace ningún esfuerzo para hacerlos interesantes de ninguna manera, lo cual es un poco decepcionante, especialmente en una película que se centra en el autodescubrimiento individual de la persona. Esto convierte a LA SKATER en un drama sobre la mayoría de edad decente que cuenta con una actriz principal carismática. Una historia de unas chicas de un pueblo indio realizando skate podría haber prometido más.
En definitiva y resumiendo: LA SKATER es un drama entretenido (y poco más). La protagonista
realiza un gran trabajo, pero la película teniendo un tema tan interesante podría
haber dado mucho más de sí, pero no se convierte en algo especial que vaya a perdurar
en la mente del espectador ya que ni la historia ni los personajes no tienen una
profundidad ni desarrollo.