Lo admito y por ello a lo mejor me quitan el famoso “carnet cinéfilo”:
No me gusta el cine experimental. Dicho esto, creo que en mas de una ocasión,
directores con nula expresividad (aunque ellos crean lo contrario) deciden
rodar películas o documentales donde dar rienda suelta a su pedantería de
catalogo barato. En ocasiones si que es verdad que algunas de estas películas son
magnificas (nunca voy a negar eso), pero es como encontrar una aguja en un
pajar. Y justo en diciembre del 2020 se
estreno un drama documental dentro del genero de “metraje encontrado” titulado MY MEXICAN BRETZEL (2020)
de producción española y dirigida por la directora Nuria Giménez Lorang.
Diario íntimo de una mujer de clase acomodada, Vivian Barrett, ilustrado por las filmaciones caseras de su marido León, un rico industrial, entre los años 40 y 60 del siglo pasado. La película es también un melodrama clásico a lo Douglas Sirk o Todd Haynes, con los sentimientos a flor de piel. Un viaje en volandas a través de la vieja Europa. Un ensueño romántico.