The Tag-Along: The Devil Fish (2019)


Un monje taoísta encierra el demonio en el cuerpo de un pez, que acaba en manos de un inocente niño, quien lo adopta como mascota. Poco después, el muchacho presencia una serie de extraños sucesos, mientras su madre se comporta de forma cada vez más errática. Es solo el primer aviso de la gran amenaza que le acecha.


Las leyendas urbanas tienen una forma de “convencer” a las personas, principalmente porque extraen su horror de lo familiar. Compartidos durante el almuerzo o virales en las redes sociales, estos conocimientos modernos permanecen en el limbo, suspendidos entre la realidad y lo sobrenatural, mientras las personas debaten su autenticidad. Al igual que la dos primeras películas (THE TAG ALONG 1,2) THE TAG ALONG: THE DEVIL FISH (2019) se basa en otra leyenda taiwanesa. Un hombre estaba comiendo un pez que atrapó junto al río, cuando comenzó a escuchar voces y luego notó lo que parecía una cara en el pez. Murió trágicamente poco después, provocando rumores de demonios y posesión. El equipo de producción decide crear esta historia en THE DEVIL FISH como una precuela de su franquicia, expandiendo su universo con entidades más horribles. Pero parece que las cosas siguen teniendo demasiados aspectos fallidos y no es suficiente para conseguir un aprobado.


No es que THE DEVIL FISH sea ​​un mal trabajo, aunque durante la proyección de la película pensaba que su duración era mucho más extensa de lo que realmente dura (solo 114 minutos), pero la película claramente intenta hacer más de lo que realmente puede, ya que trata de hacer todo más grande y "mejor” que las dos anteriores. No solo hubo demasiadas historias subtramas compitiendo por la atención del espectador, sino que la desconexión entre las dos tramas principales divide a THE DEVIL FISH en un desastre confuso, con escenas que rebotan entre los muchos personajes y disipan cualquier motivación y, a veces, tensión o terror.


Parecería que David Chuang, como un recién llegado relativo que hace su primera película de terror, tampoco tiene idea. Dirige la película casi robóticamente, representando escenas como secuencias sin control real sobre las progresiones o la motivación. Hay muchos momentos en los que me pregunto qué hizo que un personaje corriera hacia el bosque, desenterrando una tumba, mientras que otro simplemente desapareció por completo porque simplemente no interesa en la trama. El director, parece tener un repertorio muy limitado en su comprensión del género. La película está llena de escenas aburridas. Y los sustos casi siempre tienen un aviso previo (sobre todo sonoro) Es difícil no darse cuenta de la fórmula repetida, y cuando se repite hasta la saciedad, se convierte en un “coñazo”.


En definitiva y resumiendo: Pensaba que con THE DEVIL FISH iba a romper el maleficio de las dos anteriores (que no me gustaron) y más pensando que habría un nuevo director que le podía dar un poco de aire fresco a la franquicia. Por lo menos conserva el atractivo de mostrar las tradiciones y creencias taoístas locales en Taiwán (atención a la escena de “Los caballeros del zodiaco”). Pero la mezcla de tragedias familiares (siguiendo cierto tufillo a propaganda “provida”) con folclore sobrenatural siguen sin ser acertadas en esta franquicia, además de un terror que ya huele a rancio y de la que yo mismo me pienso ¿porque sigo viéndola?.