Rey Arturo:La Leyenda De Excalibur (2017)

Arturo (Hunnan) es un joven intrépido que dirige a su pandilla por los callejones de Londonium. Tras sacar la espada de Excalibur, se verá obligado a tomar algunas duras decisiones. Junto a una misteriosa maga (Bergés-Frisbey) deberá aprender a manejar la espada, vencer a sus demonios y unir al pueblo para derrotar al tirano Vortigern (Law) quien robó su corona y asesinó a sus padres antes de convertirse en rey.

REY ARTURO: LA LEYENDA DE EXCALIBUR es la última re-imaginación de la leyenda de Excalibur y el Rey Arturo dirigida por Guy Ritchie.El director aplica su tono narrativo llamativo de la narración a la película, en un esfuerzo de llevar la historia de "el hombre que sería Rey Arturo. El problema que ocurre en esta peliculares que el director se quiere demasiado a sí mismo y nos introduce todo lo que anteriormente funcionaba en sus anteriores películas, crean una mezcla que sabe aburrimiento y una pérdida de poder llevar una buena leyenda a los cines.


LA LEYENDA DE EXCALIBUR aspira a ser cualquier cosa menos anticuada o "realista". Esto se establece rápidamente durante el prólogo de la película, que combina imágenes estilizadas de fantasía medieval (sin ningún tipo de novedad, ya que parecen las escenas eliminadas de la trilogía de EL SEÑOR DE LOS ANILLOS y cualquier videojuego medieval cancelado) y con una cantidad de escenas a cámara lenta que harían poner pálido a Zack Snyder o Michael Bay. La película  se instala en el ritmo de una de las películas de Ritchie como SNATCH o ROCKNROLLA, re-imaginando efectivamente las calles de Londinium como una versión medieval del mundo subterráneo criminal de Londres y luego Integrando ese mundo en el escenario de fantasía más grande de la película. Mientras que esta reinvención del universo de Arturo se limita a ser una exageración en su diseño global (donde al director parece que el dinero le sobraba) en el que recuerda a EL DESTINO DE JUPITER.


La historia de la pantalla de LA LEYENDA DE EXCALIBUR es una narración que va dando “palos de ciego” desde el primer momento. La película se repite en demasiadas ocasiones en reflejar el interés continuo de Ritchie en contar historias sobre antihéroes, transformando a Arturo y sus futuros caballeros en criminales nobles, pero el problema es que tanto los “caballeros” como el villano tiene muy poco desarrollo y personalidad, dejando todo el foco de atención a Arturo. Aquellos que están familiarizados con las películas anteriores de Ritchie pueden reconocer que usa variaciones en algunos de sus viejos trucos, ya sea diálogos rápidos o montajes dinámicos que se cruzan de un lado a otro en el tiempo, para hacer las conversaciones más interesantes. Sin embargo, en una película que combina el aspecto y la sensación de una épica de Ridley Scott (gracias al propio cinematógrafo frecuente de Scott, John Mathieson) ese tipo de escenas quedan mal montadas y creando una sensación de aburrimiento mientras la narración no llega a ningún lado.


En lo que se refiera al reparto el único que se puede salvar de la quema es Charlie Hunnam  jugando sus mejores caras al ladrón honorable y reacio a ser el Rey Arturo. Los experimentados aliados de Arturo son interpretados por Djimon Hounsou como Sir Bedivere y Aiden Gillen como el “escurridizo” Bill, la pena es que teniendo estos dos actores como secundarios de peso, se queden tras la sombra del protagonista en un equilibrio entre personajes que falla. Como es el caso con la mayoría de películas de Ritchie, los personajes femeninos son pocos en número y se limitan típicamente a estar ahí llevándose el premio a “personaje que no pinta nada” a la actriz Anabelle Wallis (a la que le hace falta un cambio de agente en la elección de sus papeles). La excepción a esta regla es Àstrid Bergès-Frisbey, cuya maga sin nombre hace un buen reemplazo para Merlin (al que solamente se le menciona) como la aliada mágica de Arturo. Completa el conjunto Jude Law como el antagonista Vortigen, del que aparte de ser el villano “arquetipo” de la película le faltan motivos para ser un malo al que recordar.


En definitiva y resumiendo: REY ARTURO: LA LEYENDA DE EXCALIBUR es una  fantasía medieval que parece haber sido llevada con los recortes de otras películas (tiene escenas de acción que parecen más WONDER WOMAN) mezclado con un “me quiero mucho a mí mismo” por parte del director Guy Ritchie. Con una narración torpe que se va frenando a cada momento por culpa de los diálogos sin chispa de los personajes, la película no consigue en ningún momento ser (al menos) un entretenimiento de verano en los cines, en la que las intenciones de ser original con la leyenda no funcionan y que recuerda más a fiascos como WARCRAFT o EL DESTINO DE JUPITER donde un buen director con un gran presupuesto no significa el éxito asegurado.