Josep (2020)

 

La naturaleza de una película es universal. Para mí, el cine es una forma de autoexpresión, pensamientos y sentimientos que lleva a cabo el creador, ya sea ficción o documental, live action o animación. El formato de animación en sí mismo es un medio expresivo ilimitado que puede incorporar ideas que no se pueden generar mediante el rodaje convencional. Pero hoy en día, debido a los intereses comerciales que dominan el mercado, las películas de animación en general suelen generalizarse como un espectáculo que solo se muestra para niños. Grandes estudios como Pixar, Disney y DreamWorks que si bien en algunos casos películas como UP (2009), SOUL (2020) o LOS CROODS 2 (2020) se siguen haciendo para que las disfruten casi todas las partes, no solo los niños, lo que demuestra que la animación para adultos es cada vez mas interesante siendo cada vez más escasa. Afortunadamente, en medio de la avalancha de la generalización de la animación, muchos animadores de fuera (y dentro) de Hollywood ofrecen constantemente películas de animación que se destacan como su naturaleza original, que no solo quieren un interés comercial. Mamoru Oshii, el fallecido Satoshi Kon, Wes Anderson, Marjane Satrapi, Martin Rosen, Sam Liu son algunos de los otros nombres de la industria.

Febrero, 1939. Abrumado por la oleada de republicanos que huyen de la dictadura de Franco, el gobierno francés opta por confinar a los españoles en campos de concentración. En uno de aquellos campos, dos hombres, separado por un alambre de púas, traban una amistad. Uno de ellos es Josep Bartoli, un dibujante que lucha contra el régimen de Franco.

La película de Aurelien Froman, el director de la película bajo el seudónimo de Orel, conocido comediante y dibujante del diario Le Monde, tiene mayor poder emocional en las escenas con las duras condiciones de vida de los refugiados y en ellas con el despertar consciente de la guardia francesa, al contrario, no profundiza en la parte de la conexión y comunicación mental entre narrador y oyente en el presente. Es atmosférica gracias a la fluidez de la animación, los tonos brumosos de los colores y el sentimiento de gente tan vivaz a través de las voces de los actores que expresan algo de alma de los personajes dibujados en la pantalla.



Con un enfoque minimalista de sus intenciones, da por sentado el conocimiento de lo ocurrido en ese período turbulento por parte del espectador de hoy, lo que les suma la historia personal de Joseph, privándonos así de alguna información importante. ¿Cree que no necesitamos más datos históricos, por qué importa el mensaje, las asociaciones que se producirán conectando el entonces con el ahora sobre lo que todos los refugiados están sujetos a lo largo del tiempo? Lo que queda claro es que el director quiere contar que, tanto en el pasado como en el presente, la libertad del ser humano en según qué circunstancias esta limitado o prohibido, mensaje que realmente funciona para el espectador. Aunque cierto es que la anécdota con Frida Kalho puede ser omitida y la historia seguir por la misma narrativa.



Hay diferencias en las técnicas de animación y transición que se destacarán en la película, esto no es otro que distinguir entre el pasado y el presente que se da en la película. Las escenas de flashback se representan con ilustraciones más oscuras y complicadas, el uso de colores neutros se hace para que la esencia de las escenas pasadas se transmita adecuadamente a la audiencia. Los detalles también son algo más llamativos como la representación de cada escena en el campo de concentración que es tan aterradora como era en la vida real. Uno de los más llamativos es la ilustración del amigo de Bartoli que murió con las manos atadas a un poste, así como uno de los soldados que Bartoli a menudo representaba como un humano con cabeza de cerdo.



En definitiva y resumiendo: JOSEP (2020) lejos de películas como HIROSHIMA (1983) o VALS CON BASHIR (2008) sigue siendo una película pacifista, impresionante y aterradora, fuerte y emocionalmente cautivadora a pesar de su corta duración. Acompañado de una magnífica composición musical de Sílvia Pérez Cruz, JOSEP es un homenaje a una vida espantosa que termina en felicidad y en donde corre arte por las venas de cada fotograma.

Disfrútala en CINEMES LAS VEGAS a partir del 6/01