Echando la vista atrás en el catalogo de Disney, bien es
cierto que hace bastante que no hay una película animada con aventuras y acción
arrolladora. Pero ha llegado la película RAYA Y EL
ULTIMO DRAGON (2021) y la verdad es que echaba de menos este tipo de
historias. Los paisajes a los que nos lleva la historia son diversos y vastos;
la animación es impresionante y supera los límites de cómo se verá la animación
animada en el futuro; la acción es cinética, tensa e inspirada en westerns,
películas de samuráis y aventuras en busca de tesoros; la música es estupenda
y; el elenco de personajes es rico, en capas y fácilmente capaz de llevarte al
drama y a los temas humanos en el centro de la historia. Posiblemente sea una
de las películas de animación más ambiciosas de Disney hasta el momento, y está
a la altura de las expectativas.
500 años después de que humanos y dragones vivieran en paz juntos, una fuerza desastrosa, Druun, destrozó la tierra de Kumandra, sembrando división y conflicto. Después del regreso de Druun, la joven guerrera Raya emprende una búsqueda para encontrar al último dragón y provocar la destrucción del monstruo de una vez por todas.
Su apariencia y raíces culturales inspiradas en las diversas culturas del sudeste asiático (Laos, Tailandia, Camboya, Vietnam, Myanmar, Malasia, Indonesia y Filipinas) hace que aterricemos en el mundo de Kumandra o más bien, la tierra tal como existe ahora después de haber sido dividida en cinco partes. Los ricos detalles, los colores vibrantes y las sombras profundas que se muestran la reciente FROZEN II (2019) y el realismo aún más asombroso en SOUL (2020) son aún más abundantes en RAYA Y EL ULTIMO DRAGON. Hay muchos diseños atractivos para la vista rebosantes de paisajes naturales e intrincados diseños de personajes. Hay mucho que admirar en cada escena, ya que los personajes humanos son capaces de realizar movimientos faciales sutiles que les dan mucha más vida. El acercamiento cada vez más hacia el realismo total puede resultar desconcertante para algunos a medida que se desarrolla esta tecnología, pero por ahora, se siente la combinación perfecta entre familiar e innovador.
Raya es una heroína que está a la altura de la aventura que protagoniza. Se ha vuelto intrépida durante sus años como guerrera nómada, y aunque también es encantadora y fácil de enraizar, es muy compleja y defectuosa, víctima de la desconfianza generalizada de otros humanos que puede hacer que sus propias acciones parezcan egoístas. Los directores Don Hall y Carlos López Estrada (reemplazando a Paul Briggs y Dean Wellins), aseguran que no importa cuán impresionante sea el mundo que la rodea, Raya sigue siendo la fuerza más dominante en cualquier escena, enfocándose en su intensidad y momentos de humanidad. Pero también hay mucha ira y dolor en su Raya, lo que le da al personaje mucha dimensión y la convierte en una heroína que vale la pena seguir.
Junto a ella hay una serie de personajes secundarios interesantes, como el rejuvenecido dragon de agua Sisu (aunque en la película le llamen dragon, es una dragona). El personaje puede ser un poco demasiado al principio, dejando caer observaciones divertidas aquí y allá como si estuviera practicando para un monologo para “comedy central”. Pero cuanto más está con Raya, Sisu se convierte en una especie de contraste para ella, y una atadura siempre positiva que mantiene viva una sensación de esperanza en ella. Como la “villana” de la película, está Namaari, la rival de la infancia de Raya y la fuente de su desconfianza. Ella y Raya tienen algunos emocionantes combates uno contra uno, con buenas escenas de artes marciales.
Por supuesto, al ser una película de Disney destinada a vender juguetes tanto como entradas de cine (y tarifas de suscripción para Disney +), hay una gran cantidad de personajes coloridos destinados a traer nada más que alegría y humor. No se alejan mucho de los típicos personajes de apoyo que puedes ver en cualquier otra película de Disney, pero en un movimiento de los escritores Qui Nguyen y Adele Lim, no sienten que estén ahí para ser simplemente tontos. Al final, el equipo de Raya proviene de una de las diferentes tierras, y todos contribuyen a la idea de dejar de lado los agravios, la codicia y años de desconfianza sembrada por el bien de la humanidad - y porque el odio no te lleva a ninguna parte. Todos tienen un lugar, estar juntos, y al final, el mensaje de unidad se siente gratificante y bien ejecutado.
En definitiva y resumiendo: RAYA Y
EL ULTIMO DRAGON en la superficie tiene
todas las características modernas de una historia de aventuras de Disney con una
heroína principal valiente, que cobra vida con una animación deslumbrante, con
un espectáculo visual y una excelente partitura de James Newton Howard.
También existe un rico sentido de la cultura que impregna los mitos y el alma
de la película, brindando a los espectadores de personajes de la herencia del
sudeste asiático en los que pueden verse a sí mismos y a otros espectadores en un
mundo completamente nuevo en el que sentirse inspirados. Pero debajo de la
maravilla y el asombro hay una historia gratificante que no rehúye sus aspectos
más desafiantes, inclinándose un poco más hacia la oscuridad (e incluso la
violencia) de lo que Disney suele querer mostrar. Incluso los aspectos más
familiares (posiblemente desgastados, para algunos) brillan con su propia
singularidad, y lo combinan con todo lo que aquí es audaz y emocionante, algo que como espectador realmente me emocionó. Sin duda, una de las mejores películas de aventuras de los últimos tiempos.
PD: Hay que recordar que antes de la proyección de RAYA Y EL ULTIMO DRAGON, se proyecta el corto de animación titulado NOSOTROS DE NUEVO que sin duda es una carta de amor al cine musical y con una animación y un plano final que es excelente.
Si quieres disfrutar de RAYA Y EL ULTIMO DRAGON y eres de Figueres o alrededores, nada mejor que en CINEMES LA VEGAS, con la pantalla mas grande de toda la comarca.