-Un desastroso virus golpea Corea del Sur. Los pasajeros de
uno de los trenes KTX que viaja de de Seúl a Busan tendrán que luchar por su
supervivencia.
-Grandes expectativas tenia por ver lo último del director
Yeon Sang-Ho creador de dos largometrajes de animación como fueron KING OF PIGS
(2011) y THE FAKE (2013) y que si no habéis visto ya estáis tardando, se
enfrentaba a su primera obra con actores de carne y hueso, entrando en un
género que no había tocado como es el terror, titulada TRAIN TO BUSAN (2016) y
donde veremos cómo unos “infectados” van a hacérselas pasar canutas a los pasajeros
de un tren desde Seúl a Busan (si es que llegan).
-Comentar que el director también ha estrenado este año el
título SEOUL STATION (2016) y que cuenta otra historia diferente, dentro del
mismo arco de la acción de TRAIN TO BUSAN, pero en el caso de la primera, el
director vuelve a la animación, como no he podido ver SEOUL STATION dejo el
comentario como un añadido que espero ver el día de mañana y que seguro hará la
experiencia de ambas películas más grata.
-La gran calidad de TRAIN TO BUSAN se basa en el equilibrio
del entretenimiento, ejecución y ritmo, aspecto que también se puede compartir
con lo que sería la calidad de una buena película de terror. El director Yeon
Sang Ho sabe cómo hacer las cosas y hace que la rapidez y el ritmo de una
película de dos horas de duración parezcan pocos minutos. Como genero de zombis
o infectados (más bien lo segundo) es muy entretenida y golpea en todos los
puntos claves, con temas como la paranoia entre los pasajeros del tren, el
aislamiento y momentos de auténtico terror (la primera parada del tren por
poner un ejemplo).La película se aleja del gore gratuito pero en vez de ser un
fallo para los amantes de la hemoglobina, gracias a su sonido y efectos
visuales crea imágenes de horror. Cierto es que al ver a los infectados al
moverse de forma inhumana y corriendo apilándose los unos sobre los otros,
recuerda totalmente a la película GUERRA MUNDIAL Z (2013) pero en TRAIN TO
BUSAN la elaboración es más rápida. El uso de los vagones del tren hace que
algunas circunstancias únicas y asfixiantes que se sienten novedad entre el
género y la reacción humana de los personajes dan el peso a la película
necesario para hacerla subir en calidad. Esto básicamente lo traduce en una de
las mejores películas de infectados/zombis de los últimos años, hablando de una
sobresaturación de títulos que habían bajado la calidad a niveles alarmantes.
-A partir de ahí la visión de la película da al público algo
por lo que preocuparse, que son los personajes. Aunque en un primer momento
tenemos lo típicos “clichés” como el bueno, el tonto, el malo…pero según pasan los
minutos les da la profundidad necesaria, sobre todo en los personajes
principales con unos tonos que les da más humanidad y emoción. Claramente no se
puede en una película de dos horas hacerlo con todos los personajes y es
comprensible. Otro punto positivo es que las muertes son bastante impredecibles
y nunca sabes quién será el siguiente en morir y son impactantes para el espectador.
Las actuaciones son todas fuertes pero el actor Ma Dong-Seok (NEW WORLD,
BETERANG) roba cada escena como un tipo grandote con buen corazón que intenta
proteger a su mujer embarazada. La película también tiene un poco de crítica
social sobre el capitalismo y la xenofobia en Corea del Sur.
-En definitiva resumiendo: TRAIN TO BUSAN se convierte en
uno de los contendientes para ser la mejor película de terror del año y
fácilmente se puede decir que es una de las mejores películas de zombis de los
últimos 10 años. A veces se le puede achacar de pegar pocos palos a los
comentarios sociales (un poquito más de mala leche) pero es difícil negar lo
grande que ha sido el debut del director en películas “reales”. La historia es
sincera con sus personajes con una compleja mayoría de eventos aislados en un
tren y los efectos de los infectados y sustos son de lo mejor en las películas
de zombis/infectados modernas. Los fans del horror tienen una obligación que es
ver TRAIN TO BUSAN aunque sean (porque los hay) un poco negados al cine
oriental, porque sería un grandísimo error perderse una de las mejores
películas del 2016.