-En la era Postnuclear, fuerzas paramilitares gobiernan la Tierra,
teniendo a un pequeño grupo de supervivientes viviendo en el caos y la desolación.
Una pequeña parte de estos comienzan una revolución contra la dictadura de
Quinn (John Saxon) jefe máximo de seguridad del planeta, en donde ya no existen
nombres ni números. Solo un código de barras que distinguen a la subespecie que
ha sobrevivido.
-El bajo presupuesto de la apocalíptica/película de acción titulada
AFTERSHOCK.DESPUES DEL FUTURO (1990) no es gran cosa, pero es tan estúpidamente
mala que la hace entretenida de todos modos. La sinopsis ya se ha visto en
multitud de ocasiones: debido al mal funcionamiento del Gobierno, el futuro de
la humanidad se ha vuelto un infierno viviente, con edificios en ruinas,
población menguante y un desprecio por la vida humana en general. Entre este “soñado
futuro” tenemos un grupo variopinto de personajes: En el grupo de los villanos está
el comandante Eastern (Richard Lynch) y su segundo al mando, el sociópata Oliver
Quinn (Richard Saxon) y en el grupo de los buenos contamos con un protagonista
rebelde maestro de las artes marciales (el horripilante Jay Roberts Jr.) su
compañero afroamericano (indudable en esa época) y…una alienígena rubia llamada
Sabina (Elizabeth Kaitan) que acaba de llegar a la Tierra y si no vuelve a su
planeta en dos días morirá (entonces ¿pa que vienes?).
-Desde el inicio AFTERSHOCK se las arregla para para obtener
una gran cantidad de risas involuntarias. La secuencia de acción que abre la película
donde los soldados disparan a una horda de supervivientes es graciosa en vez de
crear horror porque, debido a sus malos efectos (si es que contiene alguno) las
sangrientas heridas de bala parece haber sido tiradas por pelotas de pintura roja.
Y en una cantidad de tiempo corta, se vuelve a repetir la escena con las mismas
imágenes retocadas. Otro aspecto que es risible es que a pesar de ser un vasto
territorio donde ocurre la acción, parece haber sido rodado en el descampado detrás
de los estudios donde se rodara, donde el edificio gubernamental de los
malvados se parece “misteriosamente” a el mismo donde se esconde los
protagonistas de la persecución de estos. Por supuesto con las limitaciones presupuestarias,
podemos contemplar el cutrerío de los F/X en la aparición de la alienígena Sabina
en el planeta Tierra (o descampado).
-Sin embargo, la cosa comienza a ponerse más divertida
cuando Sabina y sus dos compañeros de aventuras tienen que escapar de la prisión
donde estaban prisioneros y asistimos a una edición de la película y unas coreografías
de acción totalmente cursis. Debido a las lamentables capacidades en artes
marciales del protagonista (Jay Roberts Jr.) tendremos patadas que no llegan a
los enemigos, puñetazos al aire y momentos en que parece que el actor se tropieza
con partes del escenario (pero que hábilmente ha sido editado para que no se
note tanto).Esta claro que tanto la dirección, guion, fotografía y actuaciones
son de bajísima calidad, en los que lo entretenido será saber si los 5 minutos
siguientes pueden ser peores que los 5 anteriores, en donde piensas que puede
ser insoportable, cuando de repente ves que el entretenimiento “basurero” está dándote
un buen rato.
-También anda por la historia un cazador de recompensas
cowboy que esta por allí, disparando gente aleatoriamente de vez en cuando en
alguna escena, al mítico Michael Berryman (LAS COLINAS TIENE OJOS) maquillado
como una Drag Queen y por si no lo había dicho todavía al protagonista
apareciendo en una moto con una katana en la espalda porque…simplemente queda
bien a principios de los 90´s.
-En definitiva y resumiendo: Un remiendo de Mad-Max ( con vehículos,
tiroteos y explosiones al azar) pero que funciona dentro del espectador poco
exigente y amante de cine “trash” que puedes disfrutar un sábado por la tarde
sin tener que pensar lo más mínimo.