Una enfermera se encuentra en un hospital recuperándose de un ataque de nervios, pero sigue teniendo sueños en los que ve a dos hombres tratando de asesinar a un tercero. Cuando conoce al oficial encargado de la psicología en el hospital, ella se sorprende al descubrir que él es el hombre que es la víctima de asesinato previsto en su sueño.
Una pequeña película de espías, con solo una sugerencia de matices sobrenaturales es lo que nos ofrece FUGA EN LA NIEBLA (1945) protagonizada por Nina Foch, Otto Kruger, William Wright, Konstantin Shayne, Ivan Triesault y Ernie Adams y que hará disfrutar a los entusiastas de estas películas de Serie B de la época.
Sinceramente no hay mucho que escribir sobre FUGA EN LA NIEBLA, porque precisamente es un ejemplo de lo popular y exitoso que fue el genero de Serie B en los años 40, que compartía cartelera en las míticas “funciones dobles” donde la primera película era una película de presupuesto y después se proyectaba otra de menor calidad (o porque no decir, menos coste de producción). El director, Oscar Boetticher, Jr., es por supuesto "Budd" Boetticher, Jr., quien pronto se haría un nombre en Hollywood dirigiendo a Randolph Scott en multitud de películas de Western, varios de los cuales más tarde serían reconocidos como importantes éxitos en el género. Sin embargo, en este primer momento de su carrera como director (de acuerdo con el propio Boetticher), estas películas de Serie B fueron poco personales para el director, sirviendo como poco más que ejercicios de entrenamiento para un director novato. Ciertamente, esa es la forma en que se creaban estas películas, independientemente de lo que podía ofrecer el director. Dentro de los métodos de producción (que las rodaban como si fueran “churros”), los directores estaban aún más rígidamente controlados en términos de presupuesto y tiempos de rodaje.
Y lo mismo ocurre para FUGA EN LA NIEBLA, escrita por Aubrey Wisberg, donde su mayor inconveniente es pertenecer a este tipo de películas de Serie “B donde falta tiempo de metraje para desarrollar profundamente la historia y los personajes. Toda la historia pertenece a ese tipo de películas de espías comunes de la época (con algunos toques simpaticos, como la divertida señal de peligro del personaje de Wright cuando están encerrados en la tienda de relojes: escribe "Hail Japan" en una lupa de aumento y lo refleja en en la ventana de una tienda que esta en pleno barrio oriental) y lo que podría haber sido potencialmente fascinante sobre FUGA EN LA NIEBLA que es la inestabilidad mental del personaje de Nina Foch y sus premoniciones sobrenaturales son completamente ignoradas. Un personaje que admite haberse “cagado” en el ejército, especialmente una mujer, no era exactamente un estereotipo cliché en estas películas propagandísticas de la Segunda Guerra Mundial, pero FUGA EN LA NIEBLA solo hizo que Foch simplemente diga su condición una vez ... antes de que caiga por completo en el mayor de los olvidos.
En definitiva y resumiendo: FUGA EN LA NIEBLA hubiera podido ser mejor con un poco más de duración y sobre todo enfocándolo en las premoniciones mentales del personaje de Foch, pero en lugar de eso, tenemos una película de Serie B de la época, donde en sus 60 minutos de duración, se hace entretenida, rápida y sin ningún tipo de mención notable.