Mister Video: Robo Vampire (1988)

 

En el llamado “mundo de mazmorras” en lo referente a películas de baja estofa, seguramente todo fanático, se haya encontrado alguna vez con los nombres de Godfrey Ho, Joseph Lai o Thomas Tang en algún momento de sus vidas. La legendaria Filmark de Hong Kong, especializada en películas de kung fu verdaderamente malas, son su vehículo de lucimiento, y sus películas son, en mi opinión personal, obligatorias en cualquier estantería de largometrajes de ”mazmorra”. Y sin duda, su obra magna es ROBO VAMPIRE (1988), donde tiene cabida todo lo impensable.

Una banda de narcotraficantes crea una especie de vampiros, para guardar la droga. La policía, como medida para combatirlos, crea un robot policía al estilo RoboCop.

La regla de oro de la compañía Filmark era utilizar por regla general material de producciones inéditas de Hong Kong en occidente, para añadirle escenas separadas con protagonistas, normalmente ninjas de colores, superhéroes o cualquier personaje fantástico que estuviera de moda en occidente, rodadas en poco tiempo y con presupuesto cero, para unirlas sin mucha gracia ni esmero para presentarla como una película completa. Los resultados suelen ser abrumadores por la incapacidad de compresión de lo que suele ser una historia. ROBO VAMPIRE dirigida por (ejem) Joe Livingstone, pero que en realidad bajo ese “nombre” tenemos al trilero por excelencia de Godfrey Ho. Premisa inexistente como la actuación o producción, la regla de oro de editar dos películas diferentes juntas con la esperanza de que puedan pasar como una sola, y que hace que las películas de la Troma sean candidatas a los premios Oscar, y mucha locura sobre todo es lo que conforma esa experiencia única que es ROBO VAMPIRE.



La trama (por decir algo) está compuesta de una red de narcotráfico que harta de perder contra la policía (o ejercito), piden a un monje taoísta que utilice a vampiros chinos saltarines para poder llevar tranquilo la droga de un lugar a otro. ROBO VAMPIRE incluye vampiros chinos, zombies (o algo parecido) que lanzan bengalas desde sus mangas y donde su líder es un ¿vampiro? con una mascara de gorila.  Pero por el lado de los buenos tenemos a una especie de Robocop de papel de albal que pretende acabar con todo lo malvado que se cruce por su camino. Básicamente una orgia de lo absurdo, paranoia e ineptitud que acaba siendo la provocación para que el espectador directamente no pare de reír, o mientras una incredulidad ante lo que sucede en pantalla.



Donde encaja nuestro Robocop chinesco es un enigma, pero es un tema que no me preocupa. Lo que importa es que lo vemos participar en muchas batallas ridículas con los vampiros chinos, cuyos efectos desafían las leyes de la física, y por supuesto su batalla contra el líder con mascara de gorila. Seguramente los responsables de la producción habrían felicitado al montador por su trabajo en concreto, ya que lógicamente un niño de 10 años no sospecharía que se trata de planos completamente diferentes, pero eso era la magia de Godfrey Ho y Thomas Thang. Y como no, tenemos un romance que directamente nos importa poco, pero, que se une al lienzo de una autentica obra maestra del cine malo.



En definitiva y resumiendo: ROBO VAMPIRE es algo que merece ser visto y no solo leído en una critica escrita. Una trileria que tiene que ser disfrutada por como es, y que el mundo del cine también tiene que tener estas obras de “mazmorra” ya sea por la curiosidad, o por la cara dura que le echaba la legendaria Filmark. Una autentica sobredosis de mugre que te dará un viaje que no olvidaras fácilmente.