
¿Recuerdan los lectores un viejo refrán que es: “¿Muchos
cocineros, arruinan el caldo”? Pues sin duda KUNG FU
MONSTER (2018) es una excelente
demostración de este viejo dicho. Lleno de un elenco que compite por el tiempo
frente a la pantalla, el guion se tropieza una y otra vez con diálogos y situaciones
que intentan ser cómicas (y en pocos momentos lo consigue). Al reunir una
variedad de personajes tan diversos, el efecto se vuelve aún peor, ya que se
arrojan puyas que se repiten hasta la saciedad. El bombardeo nunca se detiene,
y a mitad de la película, se ha perdido completamente la trama e incluso las
ganas de seguir viéndola.
Sin duda esta película de fantasía y wuxia dirigida por Andrew
Lau se adhiere a la fórmula de repetir lo que se ve comúnmente en el
cine comercial chino en estos días. Cantidades industriales de efectos
especiales (que pocas veces funcionan), un conjunto de personajes
disfuncionales, una personalidad fuerte en un par de ellos, una mascota cursi y
un guion simple diseñado para que todo tipo de edades puedan verla.
Derek Yee produce la película, pero su mano generalmente
firme, junto con el estilo visual generalmente confiable del director Andrew
Lau, solo produce una película confusa y poco divertida. La primera
media hora es pasable, desvelando las tramas lentamente y con un agradable aire
de misterio, mientras se reparten algunos cameos divertidos (Peter Ho,
Ken Lo y más) y se presenta un elenco talentoso, pero
lamentablemente está bastante mal utilizado. Sin embargo, una vez revelados
estos misterios, estos mismos son tan insignificantes que se pierde cualquier
ímpetu narrativo, hasta un punto intermedio, prolongado y ligeramente aburrido que
ocurre en una posada.
Si una película se titula KUNG FU
MONSTER lo que el espectador espera es
que haya monstruos, y realmente parece mas una excusa para atraer a mas publico
para que la vea, ya que realmente solo se centran en uno que se llama Lucky
(una especie de gato raro) y que a pesar de que es bastante “poppy” desaparece
en medio de la trama para aparecer al final para tener su gran momento contra el
ejercito del villano. Si esos últimos 15 minutos hubieran sido mas frecuentes
durante el metraje, seguramente hubiera sido mucho mejor película de lo que al
final ha resultado ser y mas si la historia pretende ser una parodia de los éxitos
chinos como son MONSTER HUNT y su secuela (2015/2018).Los actores también no son
algo positivo: Koo esta con una cara de cartón y se nota que va
por el cheque, Bea Hayden Kuo no tiene el magnetismo en pantalla
que está tratando de lograr, incluso Cheney Chen y Zhou
Dongyu (la única que se salva del elenco) pierden credibilidad, ya que
agitan sus armas pero nunca tienen ningún efecto factible.
En definitiva y resumiendo: KUNG
FU MONSTER tiene una obsesión por los efectos cursis (la luna se
convierte aleatoriamente en una cara sonriente) y un humor que no funciona casi
en ninguna escena (excepto en la de “cejas blancas”). El monstruo Lucky sí que
desprende ternura, pero es utilizado solo cuando el guion se vuelve tan confuso
y aburrido, que no queda otra que sacar al monstruito para intentar salvar un
poco el largometraje. Sin duda un revoltijo de ideas y decisiones inseguras que
no ayudan a su visionado. Hay películas asiáticas mucho mejores que ver antes
que esta.