I Care a Lot (2020)

 

Las personas envejecen cada vez más y, al mismo tiempo, necesitan cada vez más ayuda y cuidados, lo que puede convertirse en un problema importante en una sociedad en la que las familias ya no se cuidan unas a otras de forma natural. La película I CARE A LOT (2020) toma este desarrollo, pero no lo convierte en un esperado drama social. En cambio, esta es una comedia negra con elementos de suspense que muestra que donde hay un vacío en el sistema, hay alguien que está dispuesto a aprovecharlo. El personaje de Rosamund Pike no tiene escrúpulos. Tiene a la gente encerrada, les roba su dinero y sus propiedades solo para enriquecerse mientras se presenta como una benefactora y tutora legal.

Marla Grayson (Rosamund Pike) no tiene escrúpulos a la hora de beneficiarse de los demás. Después de haberse aprovechado de docenas de jubilados como tutora legal, ella y su compañera Fran (Eiza González) ven a Jennifer Peterson (Dianne Wiest) como la nueva víctima: una gallina de los huevos de oro a la que pueden desplumar fácilmente. Pero mientras intentan llevar a cabo su plan, Marla y Fran descubren que la señora Peterson no es lo que creían, y que sus actos han entorpecido la labor de un importante criminal (Peter Dinklage).

De hecho, la película muestra su mayor impacto en aproximadamente el primer tercio, siempre que se enfoca en el difícil negocio de Marla. I CARE A LOT es un ajuste mordaz con el sueño americano, que se expone aquí como la mera explotación de las personas más débiles. A pesar de las obvias exageraciones, también es posible diseñar un escenario que parezca lo suficientemente realista como para provocar realismo en ocasiones.


Sin embargo, el director y guionista J Blakeson (LA QUINTA OLA) no se conforma con deconstruir satíricamente un capitalismo completamente corrupto. Con la llegada de la mafia rusa, la historia da un vuelco y la comedia negra se convirtió cada vez más en un thriller. Este cambio al principio es entretenido, pero después no para de dar vueltas sobre sí mismo, para aumentar el metraje de la película.  Por un lado, dejar que una disputa se intensifique es, por supuesto, siempre divertido, pero tiene que resultar ser algo natural dentro de la historia. Especialmente porque el espectador puede sentir curiosidad por saber quién tendrá la ventaja al final, y de qué manera. Al mismo tiempo, la película se vuelve de alguna manera intercambiable. Las acciones de los personajes no tienen nada que ver con la historia que pretendía contar. Sobre todo, no es agradable que el personaje de Diane West deje de ser importante, cuando ya no se trata de ella y el negocio, sino del duelo entre Marla y el personaje de Peter Dinklage. Ambos bandos luchan entre sí, con la ayuda de varios clichés. Sin embargo, es interesante ver como dos antihéroes se enfrentan entre sí.



En lo que se refiere al elenco, Rosamund Pike es especialista en personajes poco agradables para el público, y siempre con una sonrisa completamente falsa en su rostro. Peter Dinklage, a su vez, gana una emotividad de su papel como un jefe de la mafia cada vez más desesperado. También la película se completa con una aparición de Chris Messina como abogado criminalista y, por supuesto, Dianne West, quien también domina el arte de parecer una persona cuando en realidad puede esconder más de un secreto. Incluso si su potencial no se utiliza por completo al final, me importa su actuación en una película que vale la pena ver. Como parte negativa, el personaje de Eiza Gozalez solo sirve como pareja del personaje de Marla, porque el desarrollo de su personaje es bastante flojo.



En definitiva y resumiendo: I CARE A LOT funciona mejor en su primera mitad de metraje, donde el humor negro y la sátira funcionan a la perfección, pero después entramos en el terreno del thriller que tiene unas bajadas de ritmo y alargamiento del metraje que hace que posiblemente el espectador empiece a mirar su reloj de reojo. Otro aspecto que hace que I CARE A LOT no me haya gustado más, es porque el final falla, y no porque sea un desastre, sino porque si ese final se hubiera cortado 2 minutos antes de los títulos de crédito, hubiera ganado mucho, pero posiblemente el director J Blakeson (o los productores) no fueron lo suficientemente valientes. No deja de ser una película que recomiendo ver, ya sea por su primera mitad o por las buenas actuaciones del elenco, con una Rosamund Pike en un papel excelente.