Terrores Nocturnos: Popcorn (1991)

 

En el principio de los años 90, el auge del genero slasher estaba en caída libre y todo lo que quedaba era exprimir las franquicias mas famosas con secuelas de dudoso nivel, aparte de ese terror grabado en video que era directamente deleznable. Pero siempre hay alguna persona que piensa que un tipo con una mascara y un cuchillo puede ser algo interesante para el público. Uno de esas personas, fue el empresario indio Ashok Amritraj, que paso de ser un tenista (si habéis leído bien) a los platós de cine en Los Ángeles a principios de los 80. Los primeros pasos de la hindú fueron películas de bajo presupuesto de varios géneros, hasta que le llegó el turno al cine de terror y eligió realizar un slasher, eligiendo para ello al guionista y director Alan Ormsby y cuyo título fue POPCORN (1991) quien a su vez fue reemplazado por el director de fotografía y actor Mark Herrier, ya que Ormsby se quejaba de la poca interacción que tenia el elenco con él.

Un grupo de jóvenes estudiantes se encuentran celebrando un festival donde se está llevando a cabo la visualización de las películas de horror de la década de los años 50. Todo será diversión hasta que descubran que el anfitrión de este festival es un maníaco asesino.

Cierto es que POPCORN tuvo un elenco conocido en esos tiempos, como la actriz Dee Wallace y una fuerte campaña de marketing dentro de los Estados Unidos, aparte de un apoyo por parte de los productores, cuando estos, ya estaban cansados de aupar a este género. Pero a pesar de ello, POPCORN fue un fracaso en taquilla, y eso hizo que el largometraje tuviera un estreno limitado después de pocas semanas, pero que, gracias al maravilloso mundo del videoclub, los espectadores empezaron a conocer este título que, sinceramente, no merecía ser un fracaso. POPCORN no es solo un representante tardío de las películas slasher que utilizan toda la parafernalia tradicional, también es un homenaje a las películas de serie B de los años 50. Para ser más precisos, la película es una carta de amor al director y genio del marketing que fue William Castle, quien fue un maestro en el uso de diversos trucos en las proyecciones de sus películas. Todo lo que utilizan los estudiantes de cine en la maratón de cine de terror, desde un mosquito gigante que vuela por el pasillo hasta descargas eléctricas, son referencias directas a la obra de Castle. Es cierto que estas referencias le sonaran a “chino” para la mayoría de los espectadores de hoy en día (como lo hicieron en 1991) y que solo los curtidos en este género entenderán dichas referencias.



Si descartamos el efecto de la nostalgia y analizamos la película como un slasher, en general supera con creces las expectativas. Los “directores” no fallaron en la elección del escenario principal que es un cine (si no, acordaros de la gran DEMONS). Dado que el rodaje tuvo lugar en Jamaica, la banda sonora de la película consta en su totalidad de canciones del género Reggae, que descoloca un poco, pero por lo menos tiene un toque original. POPCORN también es digna de elogio por la buena calidad del maquillaje y los efectos especiales. Es cierto que tanta nostalgia por el cine de los años 50, deje la trama principal en un segundo plano, porque la historia no está mal, aunque ya la hemos visto bastantes veces, pero es cierto que en un aire que pretende ser demasiado moderna, pretende ser una deconstrucción del propio género, ya que, si esperas un slasher con toda su ambientación, en encuentras con escenas de comedia, lo que reduce mucho el grado de seriedad de la propia historia.



En definitiva y resumiendo: POPCORN es de esas “joyas ocultas” dentro de una época en donde el genero slasher estaba en coma. Un elenco que funciona, unas muertes sangrientas y sobre todo bien realizadas, algún que otro misterio, el duelo entre la “Final Girl” y el asesino etc. Además, se ve un interés por parte de realizar una buena película, a pesar de pecar de un poco “moderna” con demasiada comedia, que desequilibra un poco el tono y el ritmo. Pero tiene buenas ideas y os invito desde aquí, a que la descubráis.