Tres turistas americanos utilizan un mapa para adentrarse en
las selvas de Japón y buscar un antiguo templo. Cuando los espíritus los
atrapan, su aventura se convierte en una terrible pesadilla.
Dirigida (por decir algo) por Michael Barrett y escrita
por Simon
Barrett (guionista de TU ERES EL SIGUIENTE, THE GUEST) TEMPLE no sólo despilfarra su prometedora
premisa y un localidad exótica como es Japón, para en los escasos 73 minutos
que dura el metraje para conseguir una auténtica tomadura de pelo para el fanático
al cine de terror, y peor aún, es que ni siquiera llega a asustar en ningún
momento. Realmente, TEMPLE hubiera funcionado mejor como un corto de una
antología del terror (al estilo V/H/S) donde hubiera conectado mejor con la
premisa que tiene. Pero en su totalidad, TEMPLE equivale a poco más que continuación de
clichés de horror, personajes poco interesantes y una decepcionante “giro
final” en la que pensaremos con total acierto que hemos perdió el tiempo
visualizando la película.
Abrimos con el familiar montaje de recortes de periódicos de
niños desaparecidos. Seis de ellos para ser exactos, cada uno de los cuales
misteriosamente desapareció en 1968 en
una pequeña villa de Japón de ahí pasamos a unos 45 minutos donde tenemos un “triángulo
amoroso entre los tres personajes de la película: Kate, su pareja James y el
mejor amigo de ella que es Chris (adivinad de quien está enamorado) que deciden
viajar a Tokio para el estudio de Kate, sobre religión y mitología. De ahí
pasamos a una sarta de chorradas más parecidas a una película romántica que a
una de terror, en la que la paciencia de más de un espectador se verá puesta en
prueba, hasta que llegados a un punto, por fin llegan al Templo donde en
“teoría” tendría que comenzar lo bueno…
Para la sorpresa de absolutamente nadie, el templo resulta
ser maldito por una corriente espiritual maléfica y que claramente está
conectada con los recortes de noticias del inicio de la película, aunque la
historia intente desesperadamente crear un “giro” de guion que no convence a
absolutamente nadie. La única cosa que realmente se puede salvar de TEMPLE,
aparte de la ubicación japonesa, es el uso de una antigua estatua de una
bestia delante del templo, pero el
problema es que no llega a utilizarse de la forma correcta para poder tener
algún tipo de escalofrio,aparte que al preocuparse poco por los personajes, nos
importa más bien nada lo que les suceda (pero por sus actuaciones, merecen
morir desde el minuto 1) y por lo tanto el nivel de terror que experimentan te
importa poco.
En definitiva y resumiendo: En cierta manera, se puede
acusar a la película de tener un director novato como es Michael Barret pero al
que no se le puede perdonar es a Simon Barret, cuando como guionista
se ha marcado unos buenos tantos como son THE GUEST o A HORRIBLE WAY TO
DIE como para escribir una
basura (ala, ya lo he dicho) como es TEMPLE. Una estupidez que intenta emular al
J-horror de la peor manera posible, un conjunto de piezas (actores, historia)
que son un completo aburrimiento donde se intenta dejar preguntas al espectador
una vez acabada la película sobre ciertos temas que ocurren en la historia,
pero que todo público ya sabe la respuesta: Tanto director como guionista se
querían pasar unas vacaciones en Japón con gastos pagados.