
INGRID GOES WEST (2017)
se parece mucho a un episodio de la serie BLACK MIRROR titulado
"Nosedive".Si bien ese capítulo nos advirtió sobre lo que podría
pasar a la sociedad si la influencia de las redes sociales no se controla, esta película tiene algo del “aquí y ahora”, con la acosadora en línea trastornada de Aubrey Plaza convirtiéndola en protagonista. Las acosadoras no
son nada nuevo (solo hay que acordarse de MUJER BLANCA SOLTERA BUSCA…) pero internet les ha
facilitado mucho más su intromisión en
la vida de sus objetivos, ya que muy poco es realmente privado en estos tiempos.
Todo el mundo puede acceder de forma repentina, desde su blogger favorito, sus
estrellas de cine favoritos, e incluso el presidente de los Estados Unidos
(esto último, por desgracia) que es tan adicto a las redes sociales como
cualquiera de nosotros.
Todo esto hace que INGRID GOES WEST sea
una historia oportuna, y un vehículo actoral para Plaza. Siempre con una
presencia única y un tanto distante, Plaza realmente adopta el lado
oscuro del ser humano, con la primera escena siguiéndola mientras persigue a una
conocida por Instagram que no la incluyó en su lista de invitados a la boda
(acabando de forma hilarante).Ella no es del todo un personaje simpatico,ya que
se confabula ( de la peor manera) para
ingresar en el mundo de Taylor ( Elizabeth Olsen ), famosa “influencer”
siguiéndola y consiguiendo su amistad (hay que sea de unas maneras poco “limpias”).
Todo esto podría haber sido un desafío para una actriz, pero
Plaza
esta fascinante en, sin duda, su mejor actuación en una película.La película
tiene un ritmo rápido, con el director Matt Spicer haciendo que sea un
viaje por Los Angeles, con escenarios bellos que evocan al lugar y a la cultura hípster en su máximo esplendor. Olsen
hace que Taylor sea relativamente comprensiva, incluso si en última instancia
es una mujer vacía y pendiente solo de las redes sociales, haciendo y dejando a
sus amigos con poco o ningún respeto por ellos. Wyatt Russell también
hace un buen papel como su marido hípster artista, que rápidamente se da cuenta
de que su estilo de vida no es del todo agradable, mientras que Billy
Magnussen interpreta al hermano de Taylor, quien lanza el giro de guion
más caótico, haciendo que la película se sumerja en territorios más oscuros.
De todos, la figura más comprensiva y simpática para el
espectador será O'Shea Jackson Jr como casero del personaje de Ingrid. Es un
gran cambio en su actuación después de interpretar a su padre Ice
Cube en STRAIGHT
OUTTA COMPTON (2016), como el chico bueno (obsesionado con Batman -
o más específicamente - BATMAN FOREVER) y ver como es manipulado por
Ingrid durante toda la historia.
En definitiva y resumiendo: INGRID GOES WEST, a pesar de tratar
un tema delicado, es una película divertida, con un buen sentido del humor, un
equilibrio difícil de lograr, dado que se supone que debes avergonzarte del
personaje de Ingrid,como reírte con ella. Es como un primo más ligero e
inconformista de la película que protagonizo Robin Williams titulada RETRATOS DE UNA
OBSESION (2002), aunque, en cierto momento, se vuelve tan
inquietante como esta última. En todo caso, una película que hará que cambiemos
el estado de “publico” a “privado” en nuestras redes sociales, aparte de una
gran actuación de Aubrey Plaza. Recomendable totalmente en los tiempos que corren
hoy en día.