Un submarino de aguas profundas, que forma parte de un
programa internacional, es atacado por una enorme criatura y queda averiado en
el fondo de la fosa oceánica más profunda del Pacífico, con su tripulación
atrapada en el interior. El tiempo se acaba y un oceanógrafo chino, el Dr.
Chang, recluta a Jonas Taylor (Jason Statham), un especialista en
rescate en aguas profundas, en contra de los deseos de su hija Suyin (Li
Bingbing) que cree que puede rescatar a la tripulación por sus propios
medios.
La excelente tradición de éxitos de taquilla de tiburones
asesinos se remonta a Steven Spielberg con TIBURON
(1975) y recientemente se ha mantenido vivo por la saga de SHARKNADO del canal
SyFy. Así que, obviamente, cuando MEGALODON (2018) comenzó a rodarse, parecía que quería
mezclar ambos mundos. Pues el resultado de realizar MEGALODON como una estupidez
divertida, se hubieran olvidado de la diversión, pero se mantienen en el camino
de estúpida.
Si MEGALODON hubiera decidido convertirse en una parodia que
nos intentan sugerir con sus carteles o si incluso se centrara más en la seriedad y la tensión,
podríamos haber obtenido una mejor película. En cambio, lo que nos queda es una
película que se toma demasiado en serio, sin ser lo suficientemente graciosa
como para compensar esa elección en lo más mínimo. Traicionando el tono que se
estableció en sus trailers, la película es demasiado “blanda” de lo que el
espectador hubiera esperado, dejando una premisa interesante sin una forma de
profundizar en lo que está tratando de vender.
Esto habría funcionado perfectamente si la película se
hubiera comprometido a ser una película seria, con personajes que importan al espectador,
pero MEGALODON
decepciona también en este aspecto, ya que hay demasiados personajes en un guion
con un ritmo demasiado rápido para que realmente nos preocupemos por las
personas que acaban siendo cebo de tiburón. Aparte de esto, debe tenerse en
cuenta que el casting de MEGALODON no es el problema, ya que Jason
Statham interpreta a ese personaje duro y carismático que siempre se le
pide. Sin mencionar que el variado elenco de investigadores y colegas con los
que trabaja en la película lo da todo, con pequeños momentos para brillar aquí
y allá. Incluso hay alguna escena graciosa entre Statham y la joven actriz Shuya
Sophia Cai, cuyo personaje
Meiying comparte diálogos de humor, en un intento de establecer una
conexión romántica entre él y su madre, interpretada por Li Bingbing.
Nada de esto compensa el gran error de MEGALODON donde el rumoreado enfoque
para mayores de 16 años que el director Jon Turteltaub había sugerido pero
que en montaje ha sido mutilado para darnos la versión para cines, entonces
posiblemente me hubiera entretenido más, pero tal como es, con esa clasificación
de NRM12 no puede ni ofrecernos un humor gamberro ni una violencia gráfica,
esperando que toda la familia vaya a ver las desventuras del gran tiburón.
En definitiva y resumiendo: MEGALODON no es una película horrible,
pero definitivamente es mediocre. Si bien es una película más hábil que por ej.
TIBURON 3D (1983) posiblemente te lo pases mejor con esta última
en tu casa. Después de todo, este producto anuncia diversión, y yo
sinceramente, no me divertí mucho.