Robert McCall (Denzel Washington) garantiza una
justicia inquebrantable para los explotados y oprimidos, pero ¿cuánto de lejos
llegará cuando se trate de alguien a quien ama?
Hasta ahora, Denzel Washington ha sido una de las
pocas estrellas de Hollywood que no ha participado en una saga o franquicia y
nunca ha repetido personaje.Esa racha ahora llega a su fin con THE EQUALIZER 2 (2018) del director Antoine Fuqua, una secuela del éxito
que obtuvo la primera parte en 2014, y aunque Robert McCall es un personaje que
pide secuelas, pero una vez que salís del cine, descubres que la espera no ha
valido la pena (por desgracia).
En un mundo idealizado, la razón por la cual Denzel
Washington rompería su racha de no hacer secuelas seria porque THE EQUALIZER 2 es un guion demasiado bueno para dejarlo pasar, pero
al ver la película te das cuenta de que
ese no podría ser el caso. Lo que Antoine Fuqua y el guionista Richard
Wenk han escrito no es terrible, ya que encuentra cierto éxito con las
actuaciones y unas (escasas) escenas de acción bien filmadas, pero el problema
es que la receta en la que se cuecen esos ingredientes es tremendamente insípida.
La trama principal de la película ya la hemos visto mil veces en una película
de acción, y tan pronto como el espectador se da cuenta por donde va la historia,
simplemente desconecta la mente.
Uno de los puntos fuertes de THE EQUALIZER (2014) fue la forma en que la historia adaptó los orígenes de una
serie de televisión, específicamente al entrelazar sub-tramas secundarias (el
personaje de Chloe Grace Morëtz) con la principal. THE EQUALIZER 2 intenta repetir esto hasta cierto punto, pero el guion
de la secuela tiene una dinámica muy diferente entre las tramas. Mientras que
las historias más pequeñas sirvieron para equilibrarse con la principal en la
primera película, aquí casi actúan como una distracción al espectador. Tenemos
al personaje de Denzel intentando ayudar a un joven vecino (Ashton
Sanders) a salir del mundo de las bandas, ayuda a un superviviente del
Holocausto (Orson Bean) a reconectar con su pasado y ayuda a una joven
contra un grupo de imbéciles ricos. Y debido a que la película contiene muy
poca acción, las historias dramáticas aburren y no conectan con el espectador.
El gran punto positivo es sin duda el poder de Denzel
Washington, que simplemente hace que todo el drama, la intensidad y el
patear culos lo haga con una naturalidad innata y siempre es sorprendente ver a
Washington
exhibir y ejercer esa pasión por la actuación.
El director Antoine Fuqua sabe cómo filmar
buenas escenas de acción y el enfrentamiento final es en un escenario bastante
curioso pero se ve desperdiciado debido a que podría haber dado más de sí, y es
inferior al clímax final de la primera parte. Otro aspecto es que a ser NRM de
16 no aprovechen esa calificación para ser más sangrienta.
En definitiva y resumiendo: THE EQUALIZER 2 es una secuela
floja y que no cumple las expectativas pensadas que tenía el espectador. Dicho
esto, cuando Denzel Washington acepte otra secuela, lo mejor sería huir de ella,
debido a que el material no es digno de un actor de su calibre (aunque el sigue
dando lo mejor de sí) Seguramente habrá continuación de esta secuela, pero esa
vez no cuenten con mi dinero.