Lee Chung es un príncipe de Joseon, pero ha sido capturado
por la dinastía Qing. Regresará después de 10 años y tendrá que afrontar los
monstruos que le acechan.
Quedaba un lugar extrañamente vacío en el corazón de los
espectadores después del gran éxito internacional que tuvo TREN A BUSAN
(2016). Esto puede tener que ver con lo diferente que es la industria cinematográfica
en Corea del Sur de Hollywood, pero si una película como esa hubiera sido
dirigida en USA habría habido una saturación del mercado en películas de
zombies similares, como ha sido el caso desde entonces. Sin embargo, en
términos de películas de zombies de Corea del Sur, ni ha habido más películas hasta
ahora. Es decir, hasta RAMPANT (2018). Lo que hace que RAMPANT sea
una película tan intrigante es que, en lugar de duplicar el núcleo familiar y
los tradicionales zombies, como TREN A BUSAN, esta película pretende ser más un
género combinado de muchos de los géneros muy populares de Corea del Sur. RAMPANT no
es solo una película de zombies. Es un thriller político y también presenta un
montón de escenas de acción de combate de espadas que podrían aparecer en cualquier
película de la época del estilo wuxia. Aquí es donde RAMPANT tiene sus mejores momentos.
Es una buena combinación de géneros, potenciada en actuaciones carismáticas lo
que lo hace una película totalmente recomendable.
La mejor manera de profundizar en la película es mirar todos
los géneros que se entrelazan para ver cómo se aproxima a cada uno. Teniendo en
cuenta la forma en que se promociona la película, es apropiado comenzar por
cómo funciona la película como una película de zombies. Por supuesto, ten en
cuenta que esta película trata a los zombies de una manera muy oriental. No se
deleitan con la carne de sus víctimas como podría pasar en una película italiana,
sino que beben sangre y los zombies no pueden estar activos durante el día
porque el sol quema su carne. Aquellos que estén familiarizados con la
tradición de los muertos vivientes del Este sabrán que a menudo los vampiros y
los zombis están representados de la misma forma o al menos de manera similar. Definitivamente
usa ese enfoque clásico como el enfoque central a los que los diversos
personajes se refieren como “demonios”. Las secuencias de ataques de zombies
son muy modernas en su estilo, utilizando un enfoque similar al de TREN A BUSAN y que no me funcionó para nada en GUERRA MUNDIAL Z (2013) y los efectos visuales/ especiales son de una
buena calidad. Los zombies no son la fuerza predominante que podrían haber
sido, ya que parece que en ocasiones se esperen a que el protagonista aparezca
para ir atacándolo uno a uno (y queda un poco extraño). En términos de
películas de zombies, RAMPANT no está tan enfocado en los elementos de
terror como se esperaba, pero los usa para otros factores.
A decir verdad, los zombies se utilizan más como herramienta
para la narrativa y la trama del thriller político de la película. La película
ante todo es un comentario social y político sobre el poder corrupto y la
desconexión de la clase dominante a la clase trabajadora. Esta parte está tiene
sus aspectos positivos como negativos. Ocasionalmente puede ser un poco pesada y
el inicio con tanto personaje es bastante confuso, pero el uso de zombies como
un paralelo para propagar la corrupción es inteligente. Naturalmente, la
película falla con la forma en que todo encaja, particularmente en el acto
final, ya que un villano singular comienza a tomar forma en la trama, por lo
que tiene cierta intriga que está abierta a la interpretación.
La última parte del estilo que RAMPANT utiliza es el de un cuento
del típico espadachín de estilo wuxia. Nuestro héroe, el príncipe arrogante y
bastante humorístico, interpreta al espadachín errante con mucho encanto.
Mientras se encuentra con el apocalipsis zombie que se aproxima, se une a un
equipo de expertos cazadores de zombies que completan a los héroes de la
película. No solo pueden atacar, cortar y perforar a un montón de demonios no
muertos con sus hojas y flechas, sino que la película incluso tiene un duelo final
efectivo encima de los tejados de un palacio en llamas, sin embargo, si bien
funciona, las escenas de acción no suelen ser realmente sorprendentes para
nadie que haya visto este tipo de género.
En definitiva y resumiendo: RAMPANT funciona bastante bien como
una película que mezcla unos cuantos géneros, el problema es que en cada genero
que intenta representar tiene unos fallos que pesan en el desarrollo de la historia
y crea altibajos. También es verdad que se parece que se han perdido algunas
oportunidades importantes de realizar algo mucho mejor. Como podéis comprobar
en ningún momento comparo RAMPANT con la serie KINGDOM (2019) ya que esta ultima es
superior a la película utilizando “casi” los mismos detalles y no hay nada
mejor que dejar que el espectador decida por sí mismo.