Lo admito: Soy muy fan de la franquicia de SCREAM. Y realmente parece que fue ayer, pero ya
han pasado 25 años desde que se estreno la primera parte SCREAM (1996) y 11 años desde que se estrenara la
que es ahora la penúltima entrega SCREAM 4
(2011). Desde el 2011, nos tuvimos que despedir de Wes Craven (falleció
en 2015) y parecía que nadie del elenco original quería volver para una nueva
entrega si no estaba Wes a los mandos. Pero, en un giro del destino, los
directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett fueron
escogidos para una nueva entrega, y ellos personalmente acudieron a la casa de
la actriz Neve Campbell para convencerla de que leyera el guion (escrito
por Guy Busick, James Vanderbilt) y la propia
actriz se sorprendió de que era un homenaje en toda regla hacia Wes
Craven y su franquicia. Acepto volver y con ella David Arquette
y Courteney Cox también se añadieron al elenco, aparte de un grupo
de jóvenes actores y actrices que van a pasar malos momentos en compañía de
GhostFace en esta nueva película titulada SCREAM
(2022).
Veinticinco años después de que una serie de brutales asesinatos conmocionara al tranquilo pueblo de Woodsboro, un nuevo asesino se ha puesto la máscara de Ghostface y comienza a perseguir a un grupo de adolescentes para resucitar los secretos del mortífero pasado del pueblo.
No hay que olvidarse que el creador de SCREAM, aparte de Wes Craven, es Kevin Williamson (que aquí es productor ejecutivo) que supo revitalizar con el guion de SCREAM el genero del terror, que a mediados de los 90, estaba en coma. Un guion que se burlaba (con cariño) del género con personajes que en realidad conocían las películas de terror y todos sus clichés. Y así es como nació una nueva generación de adictos al terror (entre los que me incluyo). Y aunque esta nueva película se titule SCREAM, no deja de ser la quinta parte de la franquicia y eso es algo que temer, ya que puede dar hincapié a que el terror y el humor puede parecer anticuado, pero se le ha dado un nuevo cambio de imagen con esta última entrega. El tiempo ha servido bien a esta saga porque ha servido para rejuvenecer la franquicia y el elenco perfecto de nuevos actores/actrices para unirse a nuestros queridos personajes de siempre, en una historia que honra la película original mientras que lleva la trama a algunas escenas muy emocionantes.
Y si, hablamos de una “recuela” (y que es motivo de un monologo por parte de un personaje que es una maravilla). Este es un término que la película explica como una extensión de la franquicia que existe entre el pasado y el presente y entre lo nuevo teniendo respeto por los personajes originales. Al igual que la película de 1996, esta nueva película, juega con esta noción, ya que se burla de sí misma por ser exactamente lo mismo. Para ser justos, la nueva SCREAM no hace como en LA NOCHE DE HALLOWEEN (2018) y olvida sus secuelas. Todas las películas de la saga están muy en juego, pero la película, mediante el uso de la franquicia de “Apuñalada”, señala que solo ha habido una buena, mientras que el resto no han estado a la altura de la original. Esto no es realmente cierto para SCREAM 2 (1997) pero la broma interna de la película de que las secuelas de slasher a menudo son inferiores y que hay franquicias que intentan olvidar todas menos la original, y rehacerlas con una secuela es algo maravilloso.
Al igual que Kevin Williamson era un gran fanático del género, está muy claro que los directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, eran fanáticos de la saga de SCREAM. Cuando super que ellos estaban detrás, sentí un alivio, porque su anterior película NOCHE DE BODAS (2019) fue una película de terror inteligente, subversiva y divertida. Está claro que su objetivo es no intentar superar la original de 1996, pero sus momentos de inspiración crean secuencias que tienen estilo y suspense. Solo hay que ver el inicio de esta nueva SCREAM donde vemos que sirve como un homenaje apropiado que está lleno de tensión y el humor característico de la franquicia. De una manera que lo hace relevante para hoy, el personaje de la escena de apertura está mucho más interesada en hablar de películas de “terror elevado” que películas slasher.
Esta claro que los fanáticos irán para volverá ver al elenco original, pero las nuevas caras de esta entrega tienen una química sólida y es de agradecer que no sean simplemente “carne de cañon”. Como la protagonista de la película, Sam Carpenter (Melissa Barrera) muestra la fuerza, la tenacidad y la vulnerabilidad que enorgullecerían a cualquiera “final girl”, mientras que Jenna Ortega, que interpreta a su hermana menor Tara, domina la pantalla con una actuación sorprendentemente cargada de emociones. Pero sin duda, también será Jack Quaid, interpretando al nervioso y sarcástico novio de Sam, Richie, y Jasmin Savoy Brown, interpretando a la meta-enciclopedia de la película, Mindy Meeks-Martin, los que se llevaran los mejores momentos de la película. El elenco original se utiliza a la perfección y, en cierto sentido, le brinda a la película la oportunidad de pasar la antorcha al mismo tiempo que respeta los orígenes de la franquicia. Nadie se siente metido con calzador aquí, y su inclusión le da a la película un componente emocional que estaría ausente si no estuvieran. Las escenas entre Dewey Riley (David Arquette) y Gail Weathers (Courteney Cox) dan en el clavo porque hay una historia entre ellos en la vida real y hemos visto cómo evolucionaba esa relación a lo largo las películas. Neve Campbell, posiblemente interpretando a la “Final Girl definitiva” como Sidney Prescott, se presenta con el respeto que uno esperaría de su personaje. Ella ha vivido esta experiencia muchas veces, capeó la tormenta y salió adelante. Pero la Sidney de 2022, no será víctima de nadie.
En definitiva y resumiendo: SCREAM
(2022) es el mejor homenaje que se le podía hacer a Wes Craven. Una
franquicia que ha sido revitalizada ya que ofrece una versión elegante, brutal
y perversamente inteligente del género de terror. La película logra alcanzar
tonos que son a la vez nostálgicos y originales, mezclando humor, corazón y
momentos brutales para los fanáticos del terror que los harán sentir orgullosos
de ser fanáticos de Scream. Y, por cierto, Ghostface vuelve más brutal que
nunca…
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