En 1975, el director y actor Warren Beatty
tuvo la idea de una adaptación cinematográfica de los populares cómics de Dick
Tracy escritos por Chester Gould, pero a pesar de los éxitos
iniciales con adaptaciones de cómics, por ejemplo, las dos películas de SUPERMAN (1978-1980), los productores no tenían ninguna
intención de realizar el proyecto, ya que no estaban muy entusiastas por la proposición
de Beatty. No fue hasta una década después que nuevos productores
aceptaron la visión que el actor tenía en mente, por lo que la producción
comenzó con un elenco con talento y el apoyo de una (muy) agresiva campaña
publicitaria. El resultado es una adaptación cinematográfica del cómic muy estilizada,
que al mismo tiempo se ve a sí misma como un homenaje al cine de los años
treinta y cuarenta.
Dick Tracy (Warren Beatty) es un policía valiente e incorruptible que está decidido a acabar con el crimen en la ciudad. Pero, para ello, deberá enfrentarse al gánster Bambino Caprice (Al Pacino) y su banda. Su voluntad y determinación se tambalean cuando conoce a la seductora Suspiros Mahoney (Madonna).
Incluso con su idea original, Beatty quiso mantener la estética del comic o al menos imitarla en la medida de lo posible, y la verdad es que DICK TRACY (1990) tiene su encanto. Este enfoque es particularmente notable en el dibujo de personajes, porque mientras los gánsteres se ven y se comportan más como caricaturas, los personajes "buenos" son en gran parte normales, lo que enfatiza repetidamente el contraste entre lo bueno y lo malo. Siguiendo esta lógica, no hay inconvenientes con un héroe como Dick Tracy, incluso si el conflicto entre el deber y la inclinación a veces le llega a angustiar. Beatty habla de héroes que solo se pueden encontrar en los cómics y de villanos que son tan exagerados que ni siquiera los gritos constantes del personaje de Al Pacino importan. Por lo tanto, pero no menos importante, hay que elogiar a los actores, que han entendido en qué tipo de película se encuentran y han encontrado el equilibrio adecuado entre humor y la seriedad.
Este enfoque, tanto narrativo como estético, se basa en el género del cine negro, especialmente en lo que se refiere a los gánsteres. Los fanáticos de películas como SCARFACE, EL TERROR DEL HAMPA (1932), EL ENEMIGO PUBLICO (1931) o HAMPA DORADA (1931) seguramente reconocerán una u otra referencia, que, por supuesto no se queda solo en el personaje de William Forsythe llamado “Flattop”, que parece una versión exagerada del personaje de Paul Muni de SCARFACE. Sin embargo, este enfoque de diseño también tiene sus desventajas, a veces parece demasiado abstracto y artificial, lo que a su vez dificulta encontrarse en el mundo de Dick Tracy para exponerlo al espectador. Durante todo el metraje existe la extraña sensación de que Beatty quería meter a todos los personajes de los comics a pesar de que muchos realmente no hacen absolutamente nada.
Muchos críticos también acusaron a DICK TRACY de tratar de ser demasiado parecida a BATMAN (1989), lo cual no es ninguna sorpresa, aunque solo sea por la música que esta realiza por el mismo compositor que es Danny Elfman. Sin embargo, DICK TRACY es mucho más excesiva, y Beatty definitivamente va por su propio camino.
En definitiva y resumiendo: DICK
TRACY es una adaptación del comic muy
“exagerada” como el propio villano interpretado por Al Pacino,
pero sin duda tiene un estilo muy colorido y en ningún momento tienes motivos para
que el espectador se aburra. Acción, humor e ideas interesantes hacen de esta adaptación,
un largometraje que entretiene y mas cuando el espectador la vio en su época, ya
sea por su edad (yo tenia 5 años), el amor al personaje principal o por Madonna,
que estaba en la cresta del éxito mundial.