Sitges 2020: The Mortuary Collection

 

Soy bastante crítico con las películas de “Antología de terror” porque en muchas ocasiones si hay 4 historias, pues solo 2 merecen la pena o 1 si nos tenemos mala suerte. Muy pocas veces toda una antología funciona a la perfección, así que para mi (gran sorpresa) THE MORTUARY COLLECTION (2019) casi cumple el pleno en esta función. El director y guionista Ryan Spindell ha dirigido cortometrajes de terror desde 2007. Uno de los más famosos es sin duda el corto de 22 minutos titulado THE BABYSITTER MURDERS y que ahora también juega un papel esencial dentro del propio largometraje. El cineasta se mantiene fiel a si mismo a pesar de ser su debut en un largo y por lo tanto señala el camino de hacia dónde ira todo. Sus cuatro historias están enmarcadas dentro de una conversación entre un empresario de pompas fúnebres y una joven que ha ido a pedir el puesto de ayudante.

“Una joven llega a una funeraria para pedir el puesto de ayudante en el negocio. Allí conoce a Montgomery Dark, el excéntrico director que guarda algún que otro esqueleto en su armario. Para entretener a la muchacha, Montgomery decide comenzar a contar una serie de retorcidas historias, cada una más aterradora que la anterior”.

Si bien no solo hay asesinos y demonios en estas historias, el director Ryan Spindell muy acertadamente esta mas centrado en el misterio que en la violencia explicita (que la hay) y donde se nota que se está divirtiendo, rodando esas historias, lo que me hace recordar cariñosamente a series como HISTORIAS DE LA CRIPTA o EL CLUB DE MEDIANOCHE donde tal diversión esta un poco por encima del terror. Lo que la película tiene en común con esta última es que no se trata solo de las historias en sí mismas, sino de la narración en sí, ya que Spindell combina esto con meta-elementos divertidos cuando Sam (Caitlin Custer) no solo es un personaje tranquilo que escucha las historias, sino que también aparece comentado las e incluso la ultima la contara ella misma.

Todas las historias que se cuentan tienen un principio y un final, por lo que pueden verse por separado del resto de la película. Pero Ryan Spindell insiste en permitir que los detalles individuales relacionados con el contenido de las historias cortas fluyan hacia algo. Lo que quiero decir es que es mejor disfrutar de la película, sin que te cuentan mucho. Solo puedo comentar que las historias individuales tienen impacto, terror corporal y contenido gore de un episodio a otro, y cuyo nivel va creciendo hasta esa última historia (que, para mí, es la mejor de todas).

Clancy Brown, en particular, disfruta de su papel de extraño director de pompas fúnebres, que nunca tiene muy claro si se trata de un anciano inofensivo, marcado por su entorno, o si tiene malas intenciones. Por un lado, esto despierta curiosidad, pero también es el resultado de una deficiencia: mientras tanto, este marco se descuida un poco cuando las historias individuales se alargan de vez en cuando, por lo que el escenario pasa a un segundo plano con este personaje, aumentando el interés en el otro personaje Sam, donde también se puede ver que Caitlin Custer se lo está pasando en grande.

En definitiva y resumiendo: THE MORTUARY COLLECTION creo que es una de las “tapadas” del Festival de Sitges, ya que mucha gente no la ha visto y es una pena. Se nota que la película y la antología en si esta llena de detalles y sobre todo amor por el genero de terror, todo ello envuelto con un toque nostálgico que funciona todavía mejor. Ver las historias es como un viaje hacia lo extraño, familiar y misterioso. Eso tiene que decir algo sobre la gente y la gente, donde cada vez todo es menos loco. THE MORTUARY COLLECTION es un gran debut por parte de Ryan Spindell, siendo una antología sangrienta, atmosférica y elegante.