Free Fire (2016)

Boston, año 1978. El líder de una banda que trafica con armas está realizando una venta a un par de irlandeses en un almacén abandonado. Pero el intercambio comienza a complicarse hasta extremos insospechados y no tardará en iniciarse un largo tiroteo.

Frenética, violenta y divertida, FREE FIRE (2016) tiene bastantes puntos para  entretener, pero en última instancia carece de las sorpresas necesarias para ser algo más que un largo tiroteo en un almacén con personajes pintorescos.Cada vez que ves una película de Ben Wheatley, obtienes una sensación de odio/amor en sus largometrajes. Por poner un ejemplo HIGH RISE, su magnum opus del 2015, eran gloriosamente escandalosa y extravagantes, provocando huidas en su pase en el Festival de Sitges o aplausos en pie al final de la película (en los que me incluyo).


 Es totalmente lógico entonces que Ben Wheatley orquestara una película como FREE FIRE que gira en torno a un grupo de miembros del IRA que compra un tesoro de armas de un traficante de armas sudafricano, sólo para que el intercambio se rompa de la manera más estúpida  y las dos partes a su vez  se desplieguen dentro de un almacén de Boston a pegarse tiros. Ben Wheatley, que además de dirigir FREE FIRE también escribe  junto con su compañera de mucho tiempo Amy Jump, prepara su minúscula historia para preparar el festival de balas.


FREE FIRE es una buena película gracias a la combinación de la energía y el vigor de la dirección de Ben Wheatley y su  excelente y simpático reparto, cada uno de los cuales se deleita en ser dotado de personajes ingeniosos y carismáticos. Particularmente Armie Hammer, que despliega la frescura y el encanto sin esfuerzo que le han ganado tantos admiradores en Hollywood, a pesar de que luego elige papeles no del todo acertados para su carrera. Todo lo que Sharlto Copley pronuncia es hilarante (ese momento con su “armadura de cartón”), Cillian Murphy y Jack Reynor cumplen con las líneas de guion y sus personajes, quizá la peor parada sea Brie Larson, que parece que no sabe dónde se ha metido, limitándose a poner cara de sorprendida durante todo el metraje.


Después de que las balas comienzan a volar, hay una irreverencia y mala leche que al momento es agradable para el fanático de este tipo de pelicula.Pero mientras que Ben Wheatley obviamente se sintió atraído por una película debido a las limitaciones de desplegar un tiroteo en un escenario, esta restricción en última instancia puede llegar a que el ritmo en el tercer acto sea un poco más aburrido debido a que es difícil mantenerse con los mismos procedimientos sin que flaqueen. Una vez que cesa la descarga original de disparos, en realidad se vuelve un poco difícil mantenerse al día con los procedimientos.


En definitiva y resumiendo: En FREE FIRE hay suficiente rabia, insultos y  violencia (con un personaje que cumple un final particularmente horrible y sangriento en el acto final) para compensar las deficiencias que tiene (el ritmo que decae, un final precipitado y el personaje de Brie Larson) Pero teniendo en cuenta el talento involucrado y su potencial, una vez que el tiroteo de FREE FIRE comienza, el espectador se divierte como si fuera una mezcla de RESERVOIR DOGS y SNATCH sin llegar claro está, a la calidad de las ultimas, pero donde se agradece el esfuerzo de algunos directores, por traer algo fresco y diferente a lo que nos suele llegar últimamente a carteleras.