En el siglo XXVIII, Valerian (DeHaan) y Laureline (Delevingne)
son un equipo de agentes espaciales encargados de mantener el orden en todos
los territorios humanos. Bajo la asignación del Ministro de Defensa, se
embarcan en una misión hacia la asombrosa ciudad de Alpha, una metrópolis en
constante expansión, donde especies de todo el universo han convergido durante
siglos para compartir conocimientos, inteligencia y culturas. Pero hay un
misterio en el centro de Alpha, una fuerza oscura amenaza la paz en la Ciudad
de los Mil Planetas.
Basado en los cómics franceses de Valérian y Laureline
escritos por Pierre Christin e ilustrados por Jean-Claude Mézières, VALERIAN Y LA
CIUDAD DE LOS MIL PLANETAS es un
proyecto del director Luc Besson realizado con pasión, que
pudo finalmente dar vida debido a los avances tecnológicos en el cine en estos últimos
años. De hecho, fue cuando Besson trabajó con Mézières
en EL QUINTO
ELEMENTO (1997) que el director
comenzó a considerar la adaptación de los cómics que había leído mientras iba
creciendo para crear un éxito de taquilla.Besson ha escrito y dirigido VALERIAN junto a su mujer (esta última
como productora).La película es una pieza de ciencia ficción visualmente
impresionante con un estilo de “Space Opera” muy conseguido. Lo que ocurre es
que en la historia hay piezas que no acaban de encajar.
No hay duda de que VALERIAN es el éxito de taquilla más visualmente
convincente del verano (incluso diría de todo el 2017. Besson, el director de
fotografía Thierry Arbogast y el supervisor de efectos visuales Scott
Stokdyk trabajan juntos para dar vida a toda clase de criaturas y
lugares alienígenas en VALERIAN y su trabajo duro vale la pena porque el
espectador es capaz de sentirse completamente inmerso en un mundo completamente
futurista y extraño. Las secuencias de acción se aprovechan de los diversos
ajustes de VALERIAN
para llevar a los espectadores a ver un par de escenas nunca vista en el género
de la acción (como la persecución en Alpha), dando valor de una película de
impresionantes y emocionantes piezas de acción. Desde los tranquilos momentos
de Laureline tratando e interactuando con varias criaturas en Alpha hasta los tiroteos
de Valerian con alienígenas hostiles, la última de Besson superará incluso
las expectativas que un servidor tenía cuando entro a la sala de cine.
Sin embargo, tal vez debido a que se basa en una serie de
historietas, Valerian tiene una estructura narrativa que a veces presta
demasiada atención a los secundarios, dejando de lado la historia principal.
Por supuesto, estas misiones secundarias introducen una gran cantidad de
personajes coloridos como los interpretados por Ethan Hawke (al que pagarían
con botellas de vino) y el del actor Alain Chaibat.Sin embargo, el ritmo
de VALERIAN
es que estas secuencias, aunque divertidas por un tiempo, terminan convirtiendo
las dos horas y veinte minutos de la película en un ejercicio a veces demasiado
lento en el ritmo. Además parece que estén repartidas como si fueran capítulos de
20/30 minutos de una serie de TV, en el que sin duda hubiera eliminado todo el
segmento que incluye al anteriormente mencionado Hawke y a la cantante Rihanna.
Además, la trama de VALERIAN es una historia bien conocida de un duo
intentando salvar la humanidad y evitar el fracaso (incluyendo un tema de la
crueldad de la humanidad que es popular en el género de la ciencia ficción). Sin
embargo, este tema se contrasta con uno de amor y confianza, a pesar de que
puede hacer que algún espectador no sea fanático de este tipo de tramas, donde
todo reside en el “tira y afloja” de Valerian y Laureline,en la que Valerian es
un soltero consumado que ha f***ado con
un número de mujeres, mientras que Laureline es su socia que se niega a ser
ligada por el encanto de este último (aunque
ya sabemos cómo va acabar la cosa).A pesar de los esfuerzos de DeHaan
y Delevingne, su dinámica es torpe y contraria a romántica.
Aunque su química como dúo no sea de lo mejor, hay que comentar que en sus
escenas en solitario Delevigne demuestra que puede ser una actriz con carisma y
que (sorprendentemente) está mejor que su compañero.
En definitiva y resumiendo: Con todo, VALERIAN Y LA CIUDAD DE LOS MIL PLANETAS no es la película perfecta de un éxito de taquilla,
pero lo que le falta en personajes verdaderamente convincentes (ese villano insípido)
y una historia un poco más original lo compensa
con espectáculo visual impresionante. Será sin duda una visita obligada para
los aficionados del cine de Besson, especialmente aquellos que les
encante EL
QUINTO ELEMENTO.La película es en cierta medida una secuela espiritual
de esta última según las palabras del propio director. Y, si hay una película
que merezca verse en pantalla grande y pagar la entrada es sin duda esta. Pero
mientras que las imágenes de VALERIAN pueden ser innovadoras, los otros
aspectos de la película se unen para una aventura de ciencia ficción entretenida
pero que podía haber dado mucho más.