Tomb Raider (2018)


Lara Croft (Alicia Vikander) la independiente hija de un excéntrico aventurero que desapareció cuando ella era apenas una adolescente, se ha convertido en una joven de 21 años sin ningún propósito en la vida. Se abre paso por las caóticas calles del East London, el barrio de moda, como mensajera en bicicleta, un trabajo que apenas le da para pagar el alquiler. Un día Lara decide dejar atrás todo e ir en busca del último paradero conocido de su padre: una legendaria tumba en una isla mítica que podría estar en algún lugar de la costa de Japón...

Los videojuegos de la franquicia de TOMB RAIDER han existido desde 1996 y dieron el paso a la gran  pantalla con un par de películas interpretadas por Angelina Jolie a principios de la década de 2000. TOMB RAIDER (2018) es un reboot de las películas que, como el juego de reinicio de la saga lanzado en 2013. Con la ganadora del Oscar Alicia Vikander asumiendo el papel de la protagonista Lara Croft y Roar Uthaug como director al mando, el reinicio de TOMB RAIDER contribuye a un relanzamiento cinematográfico totalmente entretenido y con un ritmo rápido, TOMB RAIDER nunca vence la sensación de ser una película que no se esfuerza por dar algo al espectador que no hayamos visto anteriormente.


TOMB RAIDER constituye una historia sobre el origen de Lara Croft y como precuela o reinicio a las películas de Jolie. La película también se presenta como un episodio piloto para futuras secuelas, en el sentido de que deja grandes hilos argumentales colgados y dedica sus esfuerzos de construcción  a establecer una franquicia que a servir la historia en cuestión. TOMB RAIDER está más  impulsada por la acción que por la trama y tiene como objetivo: crear la sensación de que el peligro acecha en cada esquina para Lara, sin importar dónde se encuentre. Finalmente, sin embargo, las escenas de acción y los escenografías de la película se sienten más como desafíos en un videojuego que Lara debe superar para llegar a la siguiente escena, en lugar de una serie de eventos que forman una narrativa simplificada (aunque las escenas de acción cumplen su cometido como la del avión o el tercio final en el templo).


De manera similar, Vikander hace una Lara Croft perfecta en una película que apunta a un acercamiento más feminista tanto al personaje como a la mitología del videojuego. Es  lo que permite a  la Lara de Vikander superar algunos desafíos físicos bastante agotadores y usa su cerebro sin ser excesivamente sexualizado al mismo tiempo, algo que los juegos del 2013 y 2015 también han intentado hacer. Aun así, esta versión de Lara sigue siendo bastante bidimensional y carece de rasgos de personalidad memorables. La relación de Lara con su padre tampoco deja mucho impacto emocional y sirve como un argumento para motivar a Lara e impulsar la evolución de su personaje en la película, más que cualquier otra cosa (aparte de ser de los momentos donde el ritmo decae a favor de meter “azúcar” sentimental).


Los principales actores de la película son personalidades de cartón que de otro modo serían olvidable si no fuera por las actuaciones detrás de ellos. Daniel Wu, en particular, ayuda a hacer que Lu sea un poco “memorable” al llevar algo del mismo carisma y la presencia de héroe de acción como en su serie de televisión INTO THE BADLANS. De la misma manera, Goggins hace su parte para hacer que Vogel se sienta menos como un villano “random” pero donde el actor está totalmente desaprovechado (sus motivos personales son de risa) y es quizá uno de los puntos que más me han molestado de la película.


En definitiva y resumiendo: TOMB RAIDER probablemente pasará a ser la película que finalmente rompió la maldición de las adaptaciones de videojuegos a la gran pantalla, donde se muestra que se pueden hacer para que el entretenimiento sea bastante decente. La película carece de sustancia más allá de su fina capa de presentación, pero evita enredarse en una mitología intrincada (donde ASSASSINS CREED se metía la gran ostia) y ofrece un entretenimiento donde Alicia Vikander con su actuación sobrepasa a la propia historia. Esperemos que la película obtenga sus beneficios en taquilla para poder ofrecernos más aventuras de Lara Croft y que merece una visita a los cines.