Simon Spier (Nick Robinson) es un joven 16 años
que no se atreve a revelar su homosexualidad, ya que prefiere esperar al
musical que se celebra en secundaria. Pero un día, uno de sus correos
electrónicos llega a manos equivocadas y las cosas se complican
extraordinariamente.
CON AMOR, SIMON (2018) tiene un mensaje de compasión que quiere
compartir con los jóvenes espectadores (su principal objetivo).Es una historia
de aceptación personal con personajes homosexuales, pero se presenta como una
película adolescente que ya hemos visto más veces, con personajes peculiares,
emociones y un “happy ending” manteniendo la fórmula como una forma de seguir
siendo identificable como una película adolescente. Las intenciones son
sinceras y afortunadamente la película se mantiene a flote, con el director Greg
Berlanti asegurándose de que las emociones que se cuentan sean con la
mayor precisión posible para afectar al espectador. El resto de CON AMOR, SIMON digamos que
tiene algunos problemas bastante serios en el guion que crean problemas para la
efectividad general de la película. Hay mucho que admirar pero tampoco es “La película” que va a romper
moldes (aunque muchos están empeñados de que así sea).
Dejando aparte la sinopsis, en el mundo de CON AMOR, SIMON ser un adolescente “normal” en USA significa una vida
privilegiada en un suburbio “pijo” rodeado de amigos que te apoya y una familia sin problemas económicos, que parece
más un elemento de fantasía que una representación sobre lo que ocurre en la
vida real. La historia se centra en los problemas de la lucha de la identidad
del personaje principal que no está listo para contar su condición sexual,
dejándolo en un patrón de espera mientras se ocupa de sus asuntos cotidianos (clichés
que ya hemos visto en otra películas) hasta que empieza a comunicarse con por
e-mail con un chico con el apodo de “Blue” y que va a su misma escuela que también está
en su mismo problema y en el Simon comienza a sentir la palabra “Amor”.
A partir de la entrada en escena de Martin (Logan
Miller), un torpe “nerd” que le pondrá las cosas difíciles a Simon
(chantaje seria la palabra acertada) será el conflicto en los primeros dos tercios
de metraje, donde Simon tratara con ese personaje y lo que tendrá que hacer
para que no se sepa su secreto (los motivos los dejo que descubra el espectador)
Aparte de ello en la historia también trata de descubrir quién podría ser Blue,
y la película presenta varios candidatos que podrían serlo, con el
descubrimiento de su identidad como sorpresa final de la historia (en una
bonita escena en una noria).
Uno de los problemas de la película es que el grupo de
amigos del protagonista no tienen ningún tipo de carácter o seña que les haga
sombra al personaje principal, donde tenemos a su amigo Nick (Jorge Lendeborg Jr) la chica nueva
del colegio ( Alexandra Shipp ) o a su mejor amiga Leah (Katherine Langford) que
no dejan de ser un apoyo en el argumento pero que no llegan a ningún lado que
el espectador ya no sepa, por si fuera poco también tenemos a sus padres,
interpretados por Josh Duhamel y Jennifer Garner en la que tendremos la
típica escena de “decepción de padres” que solo añade minutos innecesarios al
metraje.
En definitiva y resumiendo: Me alegro que CON AMOR,SIMON haya sido un éxito en USA y que esto implique allanar
el terreno para más películas con protagonistas LGTB más convencionales, con un
Nick
Robinson que cumple con sus personaje principal, pero en (opinión personal)
me parece una historia que si quitáramos el elemento homosexual de la historia
y se cambiara por uno hetero,la historia seguiría funcionado igual, con los
mismos resultados y emociones y noto un poco el “deja vu” de otras películas de
adolescentes. Pero merece un visionado.