
Probablemente todos estamos de acuerdo que ANT-MAN Y LA AVISPA (2018) no es el evento Marvel de este años o incluso
ni el segundo, por lo que llega a los cines bajo el legado imponente de las dos
películas más taquilleras de todos los tiempos de Marvel que son BLACK PANTHER
y VENGADORES:
INFINITY WAR. Si bien no es una película clave en el Universo Marvel,
esta secuela es entretenida y cumple con las expectativas que el espectador
pueda tener sobre ella.
Vale la pena decir que la original fue probablemente una sorpresa
después de lo que realmente podía haber sido, con el director Edgar
Wright saliendo de la película (debido a problemas con los productores),
y Peyton
Reed interviniendo. Mientras que fue una de las películas de Marvel
menos taquilleras, hizo una buena
taquilla a nivel internacional y la secuela nunca estuvo en duda.
Prometieron más
acción para Hope Van Dyne, el personajes de Evangeline Lilly, quien finalmente
se pone el traje de Avispa, y siendo la compañera del Ant-Man (como así sugiere
el titulo).
Sin embargo, esa no es la única forma en que se desarrolla
como una secuela diferente a la original.
Mientras que Scott Lang, sigue siendo el alma de la película, se opta por un
ambiente coral, lo que significa que el tiempo de la pantalla se divide casi
por igual entre Rudd, Lilly y, en una gran sorpresa, Michael
Douglas cuyos orígenes como el primer Hombre Hormiga son más explorados.
Se agradece un agradable cambio de ritmo en el sentido de que tiene un papel importante
en en lugar de ser únicamente el mentor del protagonista.
La esencia de la trama se centra en los intentos de Hank y
Hope de recuperar a Janet, interpretada por Michelle Pfeiffer, del
reino cuántico. Si bien el papel de Pfeiffer es más limitado, su aparición
como icono del cine que es, está bien representado. Si bien hay bastantes
escenas cómicas, es posible que haya menos escenas de acción que la original,
lo que hace que parezca que Marvel realiza este producto orientado al público
familiar. Ni siquiera hay villanos que produzcan algún tipo de amenaza, el
personaje de Hannah John Kamen “Fantasma”, tiene conflictos, casi como una
Soldado de Invierno femenina, mientras que Walton Goggins como Sonny Burch
esencialmente es un villano para provocar risa. Hablando de risas, similar a la
original, Michael Peña roba todas las escenas como el ahora fiel Luis,
mientras que también es una buena jugada el personaje de Laurence Fishburne en un
pequeño pero importante rol, uno que podría funcionar en futuras películas.
También hacer mención al score de Christopher Beck,
mientras que Rudd, que aparece como guionista, tiene posibilidades de
interpretar a su personaje de forma más payasa, lo que facilita la entrada incluso
a fanáticos que no son de Marvel. , aunque mirando las estadísticas de taquilla
de las últimas películas, ¿existe tal cosa?
En definitiva y resumiendo: Si bien esto es sin duda una película
de Marvel de menor nivel, es sin embargo, un entretenimiento veraniego que
entra muy bien, y Lilly, Rudd y Douglas forman un equipo
atractivo. La franquicia de Ant-Man casi
suena como un soplo de aire fresco a películas un poco más “pesadas” como BLACK PANTHER e INFINITY WAR y aunque es poco probable que se convierta en
una de las películas favoritas del público, Marvel ha convertido el
entretenimiento en una ciencia pura.