Secuestrada por un inventor (Ed Skrein) que la usa
como conejillo de Indias para sus invenciones robóticas, una avispada joven (Maika
Monroe) intenta escaparse del encierro al que se está sometida.
A pesar de una sinopsis y un elenco que puede resultar
curiosos para el espectador, la última película original de Netflix de género “ciencia
ficción” titulada TAU (2018) es un completo desastre. El guion es
decepcionante siendo predecible y no sabiendo a que punto llegar. Además existe
un gran defecto en la inteligencia artificial de la historia que me resulta
difícil superar como crítico. Las máquinas no tienen emoción. Aparte de que TAU
es una inteligencia artificial bastante inepta en todos sus sentidos.
Hay un sentido real de FRANKENSTEIN de Mary Shelley sobre TAU. El
doctor loco crea un “monstruo” que finalmente se vuelve en contra de su
significado en favor de un deseo más humano. Sin embargo, a diferencia del
clásico literario de Mary Shelley, no hay sustancia o
significado detrás de la existencia de TAU, aparte de mostrar cierta evolución
del personaje. Las salas de luces de neón traen un elemento BLADE RUNNER pero la influencia de Phillip K Dick a través
de TAU son esas luces que decoran (que por cierto son muy bonitas).
Mientras que los primeros diez minutos se parecen a una
película que podría ser un híbrido futurista de CUBE (1997) o SAW (2004) rápidamente y para
desgracia total del espectador, nos conduce a una versión de CORTOCIRCUITO
(1986) con la cautiva haciéndose amiga de la máquina y enseñándole sentimientos
humanos que parecen agradar a la máquina (sic).
Probablemente reconocerás a la estrella de TAU si has visto
la película de terror titulada IT FOLLOWS (2014), y la actriz Maika
Monroe lleva fácilmente la historia a pesar de un lamentable tratamiento
del personaje (una mezcla de Macgyver experta en fugas). Trabajando frente a
ella está Ed Skrein que como
villano puede dar el mismo terror que visitar un Ikea, aparte de que a nivel
actual es bastante “plano”. Finalmente, está "Tau", que (o "quién",
si se quiere) es doblado por Gary Oldman. Sí, el destinatario más
reciente de un Premio de la Academia es doblar una IA.
En definitiva y resumiendo: TAU parece una película realizada
sin ningún tipo de entusiasmo, ya que el guion solo provoca el mayor desinterés
por parte del espectador, ya que no juega con el suspense que teóricamente nos tendría
que ofrecer. Aparte de ello, tiene unos efectos CGI que bien podrían ser de un
telefilm de las 16 de la tarde. La película solo consigue funcionar en su
primer acto, pensando que podría ser una historia de cautiverio y supervivencia
por parte de la actriz Maika Monroe, pero que se convierte
en algo más parecido a un programa de cultura científica sin gracia.