Calibre (2018)


Durante un fin de semana en los highland escoceses, dos viejos amigos toman una terrible decisión. Y ahora alguno, quizá los dos, tengan que pagar por ello.

Estrenada en la plataforma Netflix, justo una semana después de su estreno en el Festival de Cine de Edimburgo, donde ganó el Premio Michael Powell a la mejor película británica, CALIBRE (2018) del director Matt Palmer es una película de suspense tensa e impecablemente realizada y que es injusto que la misma Netflix no haya realizado casi promoción de un largometraje que todo aficionado al cine va a disfrutar.


El guionista y director Matt Palmer nos ofrece en su opera un thriller escocés influenciado por películas como DELIVERANCE (1972) y que se beneficia de dar las menos pistas posibles de su historia (incluso en su trailer) para hacer que el espectador vaya a ciegas, donde los personajes tiene “sustancia” con unos diálogos e interacciones perfectamente sincronizados para aumentar el suspense antes de un final bien trabajado que proporciona un alivio y una satisfacción al espectador ante un buen trabajo. La película tiene un inicio simple (dos amigos que se van a cazar a tierras Escocesas) pero que después de un “problema” mientras cazan (del que no pienso comentar) y donde CALIBRE  cambia su tono a crear un  shock absoluto donde los dos amigos se ven obligados a tomar medidas drásticas y la trama se mueve por completo como una novela de suspense.


Definitivamente, CALIBRE se toma su tiempo para llegar al corazón de la trama, pero la espera ciertamente vale la pena, con una segunda mitad que proporciona una gran recompensa por la tensión acumulada desde el principio y una historia llena de algunos momentos realmente desconcertantes . El ritmo lento metódico, el uso de pausas silenciosas y el paisaje áspero y desolador funcionan muy bien para alienar a los dos amigos también, elevando la tensión a para buenas escenas en  la película. Los impresionantes planos  que muestran la belleza de Escocia hacen un gran trabajo  enfatizando lo aislados que están los personajes de Vaughn y Marcus.


Inevitablemente habrá espectadores que no les guste el estilo de CALIBRE, ya sea por la larga presentación o el diseño simple o la premisa general donde pasamos unos buenos 40 minutos conociendo a los dos amigos y a los lugareños escoceses antes de que el suspense y la tensión empiecen a dar sus frutos.


En definitiva y resumiendo: Para aquellos que puedan disfrutar de los thrillers de lenta cocción, CALIBRE  es una película  muy recomendable y hace un gran trabajo con poco estilo visual (que no sea apabullante). No hay grandes escenas de acción y realmente la película no las necesita. Con un gran suspense y los dos personajes bien escritos y con arcos narrativos bien desarrollados, Netflix nos ofrece una película que si bien no ha tenido la publicidad necesaria bien merece un visionado, porque estas pequeñas joyas son las que merece la pena ver.