Cuando el socio ruso de un tratante de diamantes
norteamericano (Keanu Reaves) desaparece, éste viaja a Siberia en su búsqueda,
donde conoce a Katya (Ana Ularu), la joven propietaria de
un café.
Hay una razón por la cual el último thriller de Keanu
Reeves , SIBERIA (2018) parece que está teniendo un estreno en cines
casi desapercibido, a pesar del repentino éxito de la saga de JOHN WICK que ha sido lo suficientemente importante como para
que Entertainment Studios gaste mucho dinero en el próximo título del actor
titulado REPLICAS.
Por el contrario, esta película está más cercana de ser un “vehículo de
lucimiento” para actores que tuvieron éxito en el pasado como John Travista,
Nicolas
Cage o John Cusack.
Para ser justos con Reeves y el director Matthew
Ross, la película es mejor que muchos de los thrillers de Serie Z
directos a DVD/Blu Ray. Imagino que inicialmente se concibió como una película
serie de cine negro, con un guion escrito por el considerado Scott
B. Smith (UN PLAN SENCILLO), mientras que el propio Ross viene
del decente drama romántico de Sundance, FRANK & LOLA (2016).
Si el protagonista de la película hubiera sido un actor de drama,
la historia hubiera funcionado mejor porque Reeves tiene un rango, y SIBERIA
hace un papel incómodo para el actor. Es extraño verlo protagonizar un
melodrama (con escenas eróticas), que tal vez sea la razón por la que el
estudio parece estar vendiendo esto como un thriller de acción, algo que
claramente NO es. El actor luce el mismo
corte de pelo y barba de JOHN WICK, pero
fuera de una escena rápida de acción al final del metraje, es la única ocasión en
la que veremos a Reeves en un tiroteo.
Si SIBERIA fuera más efectiva como novela de suspense
o como romance, esta falta de acción no hubiera importado al espectador, pero Reeves,
a pesar de que claramente hacer su mejor esfuerzo en el papel (incluso
mostrando un dominio del ruso durante largos diálogos) simplemente no lo hace
interesante en una película tan discreta. Su química con Ana Ularu, mucha más
joven que su coestrella, está lejos de ser potente, por lo que es difícil
invertir en su difícil situación mientras tratan de sortear el peligroso
negocio que pone sus vidas en peligro.
Como aspecto curioso, SIBERIA se
rodó en Winnipeg (Canadá) aunque se haya elegido a gran cantidad de actores
rusos. De ellos, el villano interpretado por Pasha D. Lychnikoff se comen en pantalla al personaje de Reeves
cuando aparecen los dos compartiendo escenas. Como resultado, Reeves
aparece como extrañamente pasivo, incluso en lo que se supone que es una dura
escena donde Lynchnikoff hace una demanda grotesca de Ularu durante una noche
de fiesta.
En definitiva y resumiendo: SIBERIA es un thriller descartable
que probablemente fue un intento de algo que no ha funcionado del todo. Reeves
es simplemente un error en una parte que parece estar mal adaptada a su
presencia en la pantalla, pero al menos todos los involucrados tratan de hacer
algo bueno, lo que exige un cierto grado de respeto, incluso si una vez acabada
la película, descubrimos que hemos perdido el tiempo.