Un escuadrón lucha en la Guerra de Corea, que libraron el
Norte y el Sur entre 1950 y 1953, en la crucial Batalla de Incheon, una ciudad
surcoreana que había sido ocupada por las fuerzas comunistas del Norte. El
ataque, comandado por el Sur con el apoyo de las potencias occidentales, estuvo
dirigido por el General MacArthur y fue un contraataque sorpresa con la
denominación en clave de "Operación Chromite".
El disfrute de OPERACION CHROMITE (2016)
dependerá de la tolerancia del espectador hacia los grandes presupuestos, los éxitos
de guerra de Corea y todo el melodrama y grandilocuencia (con inexactitudes históricas)
que la acompañan. Desde el director John H. Lee que ya dirigió 71: INTO THE FIRE (2010) OPERATION CHROMITE es
una película épica de guerra con gran presupuesto que no conquistara a los críticos
pero que a los espectadores les dará casi 120 minutos de un total
entretenimiento y un gran espectáculo.
A pesar de utilizar el truco de colocar a Liam
Neeson en la portada como máxima estrella, interpretando al General
MacArthur (con más pintas de parecer una versión real de Popeye) es más bien un
personaje secundario donde el actor demuestra una actuación solida) la película
principalmente se ocupa de como el equipo surcoreano de MacArthur se infiltra
dentro de la línea enemiga.
Mientras que el valor de producción de la película (salvo algún
CGI un poco “cantoso”) es increíble, lo que significa que la era de los 50 se
recrea de una manera impresionante y hay mucha acción explosiva que no decae en
ningún momento. La película comienza rápido, con el equipo espía surcoreano se
lanza detrás de territorio enemigo y aunque al principio puede ser un poco confuso
debido al grupo de actores que lo forman, pronto queda claro quién es quién
dentro de ese equipo, para darnos una primera gran escena dentro de un restaurante y que va enganchando
una tras otra con un ritmo frenético, con una gran actuación de Lee
Jung-Jae como capitán de la misión y su antagonista, un desquiciado Lee
Beom-Soo como el desagradable líder norcoreano.
Sin desviarse demasiado de la formula, el director no puede
alejarse del melodrama impuesto, las muertes predecibles (señaladas a un km de
distancia) y algún discurso para fortalecer al grupo son algo común en este
tipo de superproducción coreana de guerra.Afortunadamente,esas molestias
terminan rápidamente a medida que estalla la explosión de la guerra sangrienta
y Lee
sabe cómo filmar esas escenas donde no se inmuta en mostrar asesinatos
violentos y graficos,con un final melodramático pero dentro de lo que nos ha
ofrecido la historia desde el primer momento.
En definitiva y resumiendo: OPERACIÓN CHROMITE puede parecer al principio, una historia que va a
tener largos diálogos sobre estrategias en la guerra, pero esa sensación se
desvanece a la media hora, para darnos una película frenética y que es incapaz
de aburrir a un fanático de este tipo de producciones al que el espectador le
tiene que dar una oportunidad.