Overlord (2018)


II Guerra Mundial. Antes del Día D, un grupo de paracaidistas estadounidenses cae tras las líneas enemigas para realizar una misión crucial. Pero, a medida que se acercan a su objetivo, empiezan a darse cuenta de que algo más que una simple operación militar está sucediendo en esa aldea ocupada por los nazis.

Una cosa que deben saber acerca de OVERLORD (2018) es que es una película de zombies nazis, así que ajusten las expectativas con consecuencia. Si las inexactitudes históricas te molestan, entonces bueno, tal vez no deberías estar viendo una película sobre el terror nazi desde más allá de la tumba, pero si aceptas lo que te ofrece OVERLORD sin duda estas ante una de las películas de terror del año y un divertimento de principio a fin.


La segunda película del director australiano Julius Avery después del thriller SON OF A GUN (2014) hace que este entre los nombres de directores para la nueva versión de FLASH GORDON y realmente es un gran candidato. Esto es evidente en OVERLORD desde el inicio donde una unidad de paracaidistas sobrevuela Normandía, es atacada por fuego pesado y tienen que escapar rápidamente. La claustrofobia del avión y el terror del paracaidista Boyce (Jovan Adepo) se realiza de manera experta, y la película comienza de una manera que hace que te des cuenta de que esto no solo será otra película de terror.


Mientras que el guion, de Billy Ray y Mark L. Smith, intercambia clichés de películas de guerra, como el soldado que habla de su hogar y que muere de inmediato de una manera horripilante, la película lo hace de manera inteligente. Sabe lo absurda que es y lo celebra a lo grande y es gracias a sus tres protagonistas, Adepo trae el grado correcto de intelecto e inocencia a su parte, pero sospecho que muchos se alejarán cantando las alabanzas de Wyatt Russell. Él está en una parte que intercambia en su extraño parecido con su padre, Kurt Russell, y lo posiciona como el heredero aparente de la corona de su padre (no pude evitar pensar que sería un increíble Serpiente Plissken). Adoptando la arrogancia de su padre y enmarcado como un héroe icónico, este es sin duda un esfuerzo por convertirlo en una estrella y digno de eso, con él interpretando al tipo duro del batallón, un experto en demoliciones empeñado en lograr su misión (sin tiempo para los no-muertos).


La actriz francesa Mathilde Ollivier interpreta el tercer papel, una aldeana forzada a tener una relación sexual con el sádico comandante nazi, para proteger a su hermano de los experimentos nazis. John Magaro es el alivio cómico, un tipo de Brooklyn con un rápido temperamento. Todos estos personajes pueden parecer un cliché de las películas bélicas, pero mezclarlo con el gore y el exceso de los experimentos con zombies hace que esta sea una diversión innegablemente divertida.


El último tercio de OVERLORD ofrece todo lo que un fan de terror puede desear. El “suero” y lo cuerpos contorsionados (en una gran escena) es el comienzo que acaba en un clímax en donde se derrama mucha sangre, con buenos efectos CGI y un buen maquillaje, donde el guion no se pierde entre tanta brutalidad y sigue su camino narrativo. Las persecuciones a través de las entrañas del edificio están bien ejecutadas y traen el pánico necesario al espectador.


En definitiva y resumiendo: OVERLORD es una película inteligente, que juega entre dos géneros que son el bélico y el terror, donde los fusiona de excelente manera, sabiendo que teclas tocar durante todo el metraje, dejando el “festival sangriento” para el final. Una película que no tiene miedo de jugar en la liga de la Serie B, y que merece por parte del espectador, un visionado en pantalla grande.