Siguiendo con la tradición de la saga Noche de Graduación , la película
comienza de nuevo en el Colegio Hamilton High en 1957. Cuando una pareja de
jóvenes está disfrutando de un momento romántico en el asiento trasero de un
coche, es interrumpida por el padre Jonas, un sacerdote que sacrifica a los
amantes. Treinta años más tarde, Jonas se libera del sótano de una capilla
donde unos sacerdotes le habían drogado y encerrado secretamente bajo llave.
Ahora, es la fiesta de graduación de nuevo, y un grupo de cuatro estudiantes,
lamentablemente, han elegido el escondite de Jonas como un lugar recóndito para
refugiarse.
Con el personaje Mary Lou que no logro ganarse a los
espectadores fanáticos del terror como un personaje franquiciable con la
oportunidad perdida que fue NOCHE DE GRADUACION 3 (1989),
los productores decidieron ignorar las dos últimas películas de Mary Lou y
tomar la saga con una nueva dirección. Atrás quedaron los matices cómicos
sustituidos por un tono serio que recuerda a la primera película. También se
fue Mary Lou, que fue sustituida por un sacerdote católico asesino. A pesar de
que el nuevo enfoque no logró conquistar a los espectadores, sí que tiene algún
punto positivo, pero no deja de ser el ultimo clavo en el ataúd de la saga NOCHE DE GRADUACION,
siendo un slasher bastante genérico.
El tono serio fue un cambio necesario después de la tercera
entrega, que fue demasiado absurda. También se utiliza como el frio invierno
como otro protagonista más. Sin embargo, la mejor parte es Ken McGregor como nuestro
sacerdote asesino ya que realmente parece un psicópata de los pies a la cabeza
y es lo definitivamente bueno como para hacer que los fanáticos de los slasher
olviden a la villana Mary Lou de la tercera parte. El director Clay
Borris también es capaz de crear algún buen susto durante el metraje.
Es difícil de creer para una franquicia que ya se tambaleaba a su fin. Me sorprendió
que las muertes fueran más con suspense, dejando a un lado la violencia grafica
(aspecto que no es del todo mi agrado) y con un elenco de jóvenes actores, en
donde la única en estado de gracia es la actriz Nicole de Boer.
Aun así, incluso con algún elogio, hay algunos elementos de
la trama que no funcionan en la película. Una es cómo la iglesia decide
encerrar y sedar al sacerdote asesino en lugar de entregarlo a las autoridades.
Segundo, después de treinta años, el Sacerdote no ha envejecido en absoluto,
dejándole solo un pelo largo recogido en una coleta, parecida a la que podría llevar
algún luchador “random” de la saga KICKBOXER.
En definitiva y resumiendo: NOCHE DE GRADUACION 4 no es un slasher
innovador, con un segundo acto en el que no ocurre nada y puede provocar el
abandono del espectador a su visionado, pero funciona en la modernización de la
franquicia al devolver la saga a un territorio serio. Las imágenes católicas de
enfoque sombrío funcionan para darle a la película un aspecto austero y
atractivo. Lamentablemente, la película no tiene un enfoque claro (con un final
un poco “sobrenatural”). Eso y por el hecho de que la saga NOCHE DE GRADUACION es inconsistente en su enfoque con películas serias, películas
más cómicas y la falta de continuidad en la historia y los personajes. Si uno
puede ver más allá de los fallos de inconsistencia, creo que más gente estaría
de acuerdo en que la franquicia NOCHE DE GRADUACION es
una de las sagas de terror más subestimadas de las que aparentemente nadie
habla.