
Pocas películas de terror se fijan en o alrededor de semana
Santa (sobre todo en la festividad de La Pascua) y supongo que menos aún se
encuentran en Idaho, por lo que EL SER (1983) gana créditos por algún ingenio superficial. Y
superficial es de hecho puesto que ninguno de estos elementos juega un papel en
el producto final, que es otro derivado de los años 80 de estafa sobre aliens.
Pertenece a la clase más baja, porque mientras que al menos algunas otras
películas con un presupuesto muy bajo apostaban todavía por utilizar el
escenario del espacio, otras como EL SER simplemente dejan a un monstruo fuera de control en
la tierra para conseguir una presa entre tanto inútil suelto.
Armada con un poco de encanto de la Serie B de los años 50 y
cantidades de efectos “cutres”, EL SER es
un esfuerzo muy reducido de la directora Jackie Kong, que todavía
estaba lejos (cinco años) de dirigir ese clásico casposo que fue FONDA SANGRIENTA (1987).
Después de ser testigos de su debut, es difícil no decir que ella ha aprendido
a dirigir un poco mejor, ya que EL SER es
una película inepta. De hecho, su primera escena engaña porque realmente
funciona como introducción a la película con una escena curiosa de terror (y
que podría funcionar como reclamo del tráiler), pero luego conectamos con una
escena fuera de contexto con un niño y es tan discordante y extraño que
realmente me parece que la primera escena si fue realizada para el tráiler.
Como resultado, EL SER se puede resumir en pocas palabras: una sucesión vaga
comprensible de ataques mutantes libremente enhebrados por una trama floja que
encuentra en su mayoría a los atores Osco y Landau
caminando de un lugar a otro en un esfuerzo por detener a la criatura. Una
película estándar de "monstruo aterroriza ciudad”. Ojalá se pudiera decir
que EL SER pudiera
ser un producto delirante, pero se compone de un poco elegante fotografía,
montaje extraño (de pronto es de día como de noche) diálogos absurdos,
motivaciones estúpidas (el alcalde no toma en serio el ataque del monstruo
porque está demasiado preocupado por el cultivo de la patata del pueblo), y
personajes que aparecen y desaparecen cuando Kong los necesita
para otra secuencia. La buena noticia es que EL SER sólo consigue ser divertida debido a escenas muy
absurdas (la del autocine) o la interpretación digna del Oscar (viva la ironía)
del protagonista, interpretado por Bill Osco, un “actor” que
tiene un nivel de actuación digno de una planta de interior, pero el nivel de
“feriante” de Osco es de investigación, porque empezó siendo
productor de películas X,para intentar después pasar al cine “normal” y
producir sus películas simplemente para ser el protagonista (ya que él pone el
dinero).
Mientras que la criatura en EL
SER no es realmente extraterrestre en
origen, sólo se necesita una mirada para darse cuenta de la influencia de la
famosa creación de H.R. Giger, una vez que la criatura finalmente
aparece, por supuesto. En una rara muestra de competencia general, Kong
lo mantiene relegado a un segundo plano y en las sombras por un tiempo, con sus
tentáculos haciendo la mayoría del daño desde el principio. Los efectos de la
criatura no son espectaculares, pero son útiles. Realmente la película se
siente como un primo lejano de las películas del director Fred Olen Ray,
particularmente en su capacidad para hacer tonterías sin ser una parodia sobre
el género. Además, incluye a dos actores “leyenda” en Ferrer y Landau,
ambos de los cuales parecen ser un poco desconcertado por su presencia en tal
basura.
En definitiva y resumiendo: EL
SER tiene una extraña calidad, poco convencional a pesar de su
familiaridad con otros títulos de este tipo. Es una película que cuenta con un
alienígena asesino, sino que también toma su tiempo para considerar otros
apuros del pueblo donde transcurre la acción, como la llegada inminente de una
sala de masajes que puede romper la moral entre los habitantes, la narración y
monólogos interiores en voz de off de Osco que precipitadamente
paran a mitad de la película. Una escena cuenta con un montón de niños a la
caza de huevos (siendo la festividad de Pascua) antes de que una niña pequeña tropieza
con la madriguera de la criatura en una escena que no lleva absolutamente a
nada (no es CRITTERS 2 por desgracia). La
película no tiene rumbo fijo, no es una parodia cómica, pero intenta serlo, y tampoco
funciona como una película “grindhouse” gore. Quizá como película para ver por
la curiosidad merezca la pena y que coño…yo me lo pase bien.