Un robot (Sasha Mitchell) escapado de la
destrucción 2 años atrás, usurpa el lugar de un profesor sustituto y comienza a
poner su propia ley en un instituto.
En CURSO DE 1999 (1990) los cyborgs destinados a la guerra debían enseñar
a los jóvenes de una escuela secundaria de EE. UU y que eran difíciles de
llevar. El resultado ya podéis pensar como acaba (si no, mirad la película) y ayer
descubrí que existía una secuela titulada CURSO DE
1999 II (1994) y en el que tenemos un
nuevo maestro sustituto en una escuela problemática y el cyborg ahora se llama
John Bolen.
Todo suena tan poco innovador como parece al final. CURSO DE 1999 II es
una mezcla de géneros que son incomparables y que nunca pueden sostener lo que
hizo la predecesora. El principal problema es que la película nunca arranca del
todo. Ni la película realmente quiere seguir la trama alrededor del cyborg
asesino, ni realmente aborda la historia sobre una maestra y sus problemas.
Todo comienza a atascarse y se une a un galimatías aburrido. Y que, en una
escuela con jóvenes violentos, acabe con una escena cumbre en una maniobra de
paintball, solo muestra lo absurda que es realmente la película.
La narración indecisa también tiene un impacto en la acción,
que también parece no comenzar realmente. Sasha Mitchell puede
patear culos una o dos veces (como en KICKBOXER 2
y sucesoras) pero aparentemente no tenía un coreógrafo detrás de él. Como
resultado, las escenas de artes marciales se ven metidas con calzador y, a
veces, un poco incómodas. Además, sus muertes también son de naturaleza
bastante inofensiva: un cuello roto,
allí una patada en el estómago (y poco más). Solo se vuelve realmente
interesante cuando el personaje de Mitchell tiene un par de escenas
de “porque yo lo valgo” que es pararse de espaldas a una explosión y mirar bien
a la cámara. Esto sucede asombrosamente a menudo y al menos resulta una buena
secuencia alrededor de una bola de fuego. La acción real solo aparece realmente
en el final. Cuando la maniobra de paintball se convierte en una lucha
sangrienta por la supervivencia. Desafortunadamente, el ritmo y los valores del
espectáculo tampoco encajan en el enfrentamiento. Todo sigue siendo cauteloso y
lento. CURSO DE 1999 II no genera ninguna tensión o incluso escenas que el
espectador vaya a recordar. Esto también se debe al hecho de que a uno no le
importan mucho los personajes que pululan por la pantalla.
Los estudiantes son solo calcomanías de caricatura de una
sociedad futura y violenta. Algunos visten con monos naranja y otros parece
salidos de la secuela de MAD MAX. Lo
curioso es que, aparte de la apariencia de los jóvenes “rebeldes” (que parece
que tengan 40 años), nada de la película recuerda ningún tipo de futuro. Además,
la protagonista de la película es tan increíblemente egoísta y molesta que
realmente quieres que fallezca desde el minuto uno. Uno realmente se pregunta porque
Nick Cassavetes está en la película. Y Sasha Mitchell
como cyborg es lo mejor y se lleva los (pocos) aplausos de la película. Parece más
joven que los alumnos, pero ciertamente tampoco aparenta ser una máquina de
matar, es una combinación extraña pero que funciona para que el espectador se
pueda divertir.
En definitiva y resumiendo: CURSO
DE 1999 II es un producto directo a
video que aburre en la mayoría del metraje, y si no fuera por la (mala) actuación
de Sasha Mitchell seria una película bastante infumable. Como película
de acción es floja, las artes marciales no lucen en ningún momento y los
tiroteos no llegan hasta el final. En fin, como película curiosa para no aburrirte
una tarde si quieres no tienes nada mejor que hacer.