Año 1988. Los habitantes de los Estados Unidos están
aterrorizados por una serie de asesinatos satánicos que se han cometido a lo
largo del país, y cuyos responsables parecen ser asistentes a conciertos de
heavy metal. Tres chicas en su veintena, Alexis, Val y Beverly conocen a otros
tres chicos, Mark, Kovacs e Ivan, durante un concierto y deciden acudir juntos
a la casa de veraneo de Alexis. Allí, los chicos descubrirán que, lejos de ser
las amantes del rock que habían dicho ser, al grupo de chicas le apasiona algo
mucho más sórdido y terrorífico que la música.
Pasaron muchas cosas en los años 80. La música,
específicamente, alcanzó nuevas alturas monumentales a lo largo de esta era. El
lanzamiento de MTV en 1981 revolucionó la forma en que el público consumía la
música, y una variedad de géneros comenzó a expandirse en nuevos y emocionantes
territorios. La música rock, en particular, fue una que realmente se amplió
durante este período de tiempo. El heavy metal comenzó a ganar impulso, con
subgéneros como el glam metal que se disparó a la popularidad a través de grupos
como Def Leppard, Bon Jovi y Poison. A
lo largo de los años 80, la iglesia evangélica a menudo intentó vincular la
música rock, el heavy metal especialmente, con lo oculto, una paranoia que
eventualmente se acuñaría "pánico satánico". La última película de Marc
Meyers titulada WE SUMMON THE DARKNESS
(2019) se inspira en este periodo de tiempo, ofreciéndonos una comedia de
terror.
La mayoría de las críticas han revelado el giro para darle a
la película una crítica adecuada, pero no quiero arruinarla para nadie (aunque
es difícil). Es suficiente decir que es una película divertida en ocasiones,
pero no descubre nada nuevo que no se haya visto nada, además que los otros
giros que tiene la historia se ven venir a leguas, aunque juega y bien con la hipocresía
de las cruzadas por el moralismo de los años ochenta. Myers tiene
sentido del estilo y la diversión, jugando con el estilo de los años ochenta, pero
no de una manera dominante. El elenco es de primera categoría, con la primera
media hora (lo mejor) dedicando más tiempo de lo habitual para establecer los
dos grupos de amigos, todos los cuales demuestran ser agradables.
Alexandra Daddario figura como una de las
productoras, y efectivamente, este es uno de sus mejores papeles y pisa la
escena con aplomo, ya que se le da la oportunidad de jugar con su personaje y
se ve que se divierte mucho, al igual que Maddie Hasson como su
amiga que es una mezcla de Madonna pasada de vueltas y WE SUMMON ON THE DARKNESS es
un gran escaparate para ambos.
Por el contrario, Amy Forsyth es lo peor de la
película como la tercera integrante de su pandilla, una adolescente fugitiva
que han tomado bajo su protección. Su actuación es insípida en todo momento y
se nota que está por debajo de Hasson y Daddario. Los
tres chicos también tienen un reparto efectivo, y ninguno de ellos interpreta a
los típicos rockeros estereotipados. Claro, están muy interesados por ligar
con estas tres chicas, pero ¿quién no? Son bastante matizados, con Keean
Johnson especialmente comprensivo como el “chico malo”. El hecho de que
te involucres en el destino de todos demuestra que cuando quiere, WE SUMMON THE DARKNESS es efectiva, también con
una aparición tardía de Johnny Knoxville como predicador siendo una
aportación interesante dentro de los papeles que ha realizado el actor.