NUESTROS MEJORES AÑOS (2020) trata sobre una amistad entre cuatro personas
durante un período de casi cuarenta años. Muchos espectadores reconocerán algo
de sí mismos en al menos uno de los protagonistas. Pero la pretensión de
esbozar el desarrollo del “zeitgeist” desde 1982 hasta 2020 tiene luces y sombras,
de lo que sería una típica película italiana con un metraje demasiado alargado
y que juega en su contra.
Cuarenta años a lo largo de la vida de cuatro amigos (Pierfrancesco Favino, Micaela Ramazzotti, Kim Rossi Stuart, Claudio Santamaria) desde los años ochenta hasta la actualidad, que corren paralelos a las transformaciones en Italia y el mundo durante ese tiempo.
La película comienza en los años ochenta. Una discoteca con gente patinando en la pista. Adolescentes bailando juntos con la canción “Just an Illusion” de Imagination. Entonces uno de ellos es llevado afuera por el otro, porque '¡prendieron fuego a los coches!'. Los chicos, Giulio y Paolo, se encuentran en un acalorado levantamiento civil que la policía antidisturbios italiana está poniendo fin. Un tercer niño, Riccardo, hasta ahora desconocido para los dos amigos, recibe un balazo en el estómago y gracias a las decididas acciones de los adolescentes, sobrevive. A partir de ese momento, los tres chicos están juntos casi en cualquier momento. El cuarteto se completa cuando la rubia y bellísima Gemma se une a ellos. Ella y Paolo se enamoran, pero la muerte es un obstáculo y sus caminos se separan, por el momento…
El director Gabriele Muccino no se queda con la adolescencia por mucho tiempo, porque todavía le queda alrededor de una (extensa) hora y media durante treinta años. Seguimos a la mujer y a los tres hombres en los primeros años de su carrera, después de los primeros contratiempos, y vemos cómo se pierden de vista y se reencuentran. Sin duda, mientras veía la película, tenía una sensación de estar viendo una telenovela con los episodios pegados, con algunos eventos mundiales de fondo (la caída del muro, el 11S), que solo se sienten como si se hubieran agregado para darle a la película algo de contexto, ya que, a pesar de ocurrir durante la vida de los protagonistas, no tienen ningún peso en ninguno de ellos.
Uno de los problemas de NUESTROS MEJORES AÑOS es que ciertos temas que podrían ser interesantes, como el consumo de drogas, la corrupción, el desempleo de larga duración o una muerte desgarradora, son pasadas como muy de largo. Se nota que los cuatro personajes han pasado por muchas experiencias en 40 años, pero realmente el espectador no experimenta esa sensación. Además, debido a que el director decide pasar los años sin contar nada porque no le apetece simplemente para enseñar una sorpresa nueva al espectador con cada personaje, solo podemos ver a los actores teniendo momentos de alegría extrema o patetismo absoluto. Pero si en una cosa acierta y consigue puntos positivos es en el elenco protagonista, porque todos tienen un momento para brillar en las escenas entregadas para ello y ninguno de ellos desafina con el conjunto, teniendo una química muy creíble en pantalla (sobre todo en el tercer acto de la película). Además, otro acierto es que los personajes rompan la cuarta pared explicando lo que piensas al propio espectador.
En definitiva y resumiendo: NUESTROS
MEJORES AÑOS es una película 100% italiana, debido a su contexto y
sus formas. Lo que ocurre es que quiere tocar tanto el genero del drama como el
de la comedia y no funcionan del todo bien. Pero al fin de al cabo la historia
trata sobre la amistad, una amistad que se rompe y se une a través de casi 40
años y en cierto modo la historia cumple con ello. El elenco funciona, pero el
metraje de 130 minutos es muy excesivo para contar lo mismo en bucle, y ese es
su mayo fallo. Pero es una película que, si te gusta el cine italiano de
telenovela, puede que te guste, porque yo en mi caso, a pesar de todo, no ha
sido una película que me haya disgustado.