La película "MIND GAME" de Masaaki Yuasa, estrenada en 2004, es una verdadera fiesta para los sentidos, un collage audiovisual de diferentes estilos y técnicas que redefine lo que se espera del anime japonés.
El film narra la historia de Nishi, quien conoce en un tren a Myon, la mujer de sus sueños. Myon y su hermana invitan a Nishi a su restaurante, donde encontrará la muerte cortesía de unos asesinos que venían a cobrar las deudas de Myon. Cuando Nishi muere y va al cielo, desafía el poder de los dioses y decide regresar a la Tierra.
La trama de "MIND GAME" hace honor a su título, jugando con la mente de los espectadores mediante una narración no lineal que sigue a Nishi, un aspirante a artista cuya confrontación con la muerte lo lleva a una serie de aventuras trans dimensionales. Sin embargo, más allá de la historia, el abordaje de diferentes estilos visuales de la película es lo que verdaderamente captura y acentúa la esencia de este viaje surrealista. Los estilos visuales en "MIND GAME" varían desde la animación convencional y el uso del rotoscopio, hasta técnicas mixtas que incorporan collages y fotografía. La película comienza con una animación bidimensional tradicional, estableciendo un tono familiar que pronto será transformado. A medida que Nishi se sumerge en mundos cada vez más abstractos y fantásticos, los espectadores son testigos de una progresión hacia estilos más experimentales.
El rotoscopio se usa de forma ingeniosa para dar vida a secuencias de flashback y momentos íntimos, aportando un realismo que se entremezcla con la naturaleza fantástica de la trama. Los personajes y entornos se transforman a lo largo de la película, utilizando diferentes texturas y composiciones para representar estados mentales y paisajes internos. Las incrustaciones de "live action", aunque breves, sirven para romper la cuarta pared, recordándonos el origen del arte antes de que se vuelva a sumergir en el reino de la fantasía. La paleta de colores, un elemento crucial en la estética del largometraje, es tan cambiante como el propio argumento. Los colores brillantes y vibrantes contrastan con tonos más apagados y naturales en escenas que requieren una atmósfera diferente. El uso audaz del color parece retar al espectador, pidiéndole que sienta la emoción inherente a cada escena.
Yuasa rompe con el molde en su manejo del espacio y la perspectiva. Combina técnicas de animación en 3D con un diseño bidimensional para crear una sensación de profundidad y movimiento que desorienta y fascina. La película utiliza con maestría las deformaciones de personajes, bendiciendo la realidad sin restringirse a las leyes físicas del mundo real, para expresar una emoción sin adulterar. La fluidez de la animación, tan variada como inesperada, es un testimonio de la técnica y la imaginación invocada en su creación. La película no solo cuenta una historia, sino que también pinta un cuadro – mejor dicho, múltiples cuadros – de estilos artísticos que reflejan el caos y serenidad que se pueden encontrar en la vida.
Masaaki Yuasa con "MIND GAME" no solamente realiza una acrobacia narrativa, sino que también emprende un desafío estilístico, entrelazando una multitud de técnicas de animación para enriquecer y amplificar su relato. Cada estilo se selecciona de forma meticulosa para evocar ciertas emociones y para subrayar los temas universales de autodescubrimiento y determinismo que recorren el núcleo de la película.
En definitiva y resumiendo: La obra constituye un evento dentro del ámbito animado, no solo por su valentía narrativa sino también por su amalgama visual. "MIND GAME" no es simplemente un producto del arte animado, es una gran obra que celebra la diversidad creativa y ofrece una ventana a los limites infinitos de la animación. La película perdura como un impactante testimonio del poder del medio y de su habilidad para explorar, sin restricciones, los caminos de la mente, el espíritu humano y la animación.