La rápida propagación de una infección desconocida provoca
el caos absoluto en una ciudad. Sin embargo, un ciudadano que vive completamente solo logra permanecer al margen de ella. Esta es su
historia.
Es casi imposible encontrar una nueva película del género
cinematográfico de zombies. Hemos visto zombies lentos, zombies rápidos, zombies
inteligentes y tontos. Si bien el concepto se ha desarrollado, una nueva
representación cinematográfica podría darle al género una nueva vida. Esto es
lo que intenta hacer #VIVO (2020). #VIVO es una nueva e intrigante perspectiva del universo
zombie ... que solo dura unos 30 minutos antes de sumergirse de cabeza en una
de las mayores idioteces absurdas.
Nuestra película comienza con la tranquila vida de Joon-woo
(Yoo Ah-in). Joon es un gamer de tiempo completo que pasa sus
días transmitiendo en vivo sus partidos y enfurruñado en su apartamento y del que
es imposible sentir una mínima preocupación por el, ya que, desde un primer
momento, vemos que es un joven “bien” que vive en un buen barrio. Un día, en
medio de una sesión, se da cuenta de que la gente a su alrededor comienza a
gritar pidiendo ayuda y antes de darse cuenta, está presenciando el comienzo de
un apocalipsis zombie en vivo desde el patio de su apartamento. Atrapado sin
ningún lugar a donde ir, Joon se queda sin nada más que sus pensamientos
mientras la realidad del fin del mundo comienza a pasar factura. Eso es hasta que
descubre que su vecina del otro lado del patio todavía está viva y ella también
está en la misma situación que él.
#VIVO es una película que tiene un gran primer acto pero que
se hunde y va cuesta abajo cuanto más se adentra en su tiempo de metraje. La
película introduce el ángulo de la tecnología y la interacción en línea en un
género que ya empieza a cansar. ¿Qué pasaría si un apocalipsis zombi ocurriera
justo cuando estás en medio de una ronda de Warzone? ¿Cómo podrían las
aplicaciones de redes sociales como Instagram y Twitter jugar un factor en la
nueva normalidad que es el fin del mundo?.
La película ofrece una gran introspectiva sobre un joven
(vago) que rápidamente lo pierde todo y no tiene nada para sobrevivir fuera de sus
comodidades. El problema es que la película olvida rápidamente su propia
configuración y salta directamente a los peores clichés de una película de
zombies. Joon encuentra una chica con la que tiene una conexión como la única superviviente,
lo que sigue es un flujo interminable de clichés aburridos que incluyen zombies
con audición supersónica (cuando le va bien al guion, en otras ocasiones no
oyen una pm) planes inútiles para obtener elementos que no servirán de nada más
adelante en la película, el típico giro estúpido en el tercer acto (porque la película
tiene que durar 98 minutos), y un final demasiado predecible para una película que
podrían ser representativa del canal Lifetime (un canal americano donde solo
hacen morralla moralista).
#VIVO tiene un poco de
éxito cuando intenta ser intima. Una historia sobre la pérdida, la soledad y la
esperanza puso a la película en el camino correcto antes de optar por entrar en
las zonas del confort del encefalograma plano. El mérito se debe al observar el
trabajo del director de fotografía Son Won-ho, cuyos encuadres y
composiciones claustrofóbicas hacen que la narración visual funcione, dado que
la mayor parte de la película se desarrolla en un solo apartamento.
En definitiva y resumiendo: #VIVO
si es el inicio de llamar a las películas de zombies coreanas como “K-Zombie”
posiblemente sea K por Kastaña que por Korea. Si hubiera sido un mediometraje hubiera
sido mejor, pero como largometraje es fallida, absurda, estúpida con un tercer
acto que es sin duda de lo peor que he visto este año. Si la disfrutáis,
enhorabuena.
