Sitges 2020: Mandibules

 

Siempre se agradece dentro del mundo cinematográfico, ideas que sean diferentes a lo que los espectadores recibimos normalmente. Y sin duda, el director y guionista Quentin Dupieux es uno de los reyes en lo que se refiere al humor absurdo desde que se hiciera famoso con su tercera película titula RUBBER (2010) donde un neumático tiene poderes mentales y se dedica a matar a gente. LA CHAQUETA DE PIEL DE CIERVO (2019) del año pasado, el actor Jean Dujardin estaba tan obsesionado con su chaqueta de piel de ciervo que… bueno dejemos que el espectador lo descubra. La última película de Dupieux, titulada MANDIBULES (2020) demuestra que sigue trabajando en su carrera cinematográfica y en su humor absurdo.

“Cuando dos amigos no muy inteligentes encuentran una mosca gigante, viva y atrapada dentro de un coche, ambos deciden entrenarla para ganar dinero con ella”.

A pesar de que MANDIBULES será reconocida como la película de la mosca gigante, pero solo es el punto de partida para una historia sobre la amista de dos amigos (muy tontos) y un desfile de humor idiota, absurdo e incluso humor negro. David Marsais y Grégoire Ludig son un fantástico dúo, como una especie de Beavis y ButtHead en carne y hueso, que son felices dentro de su idiotez y su infelicidad, que con la aparición de una mosca gigante les da un nuevo punto de vista tanto de la amistad como la forma de ganar dinero amaestrando a una mosca gigante y que se felicitando entre ellos gritando: ¡Toro!

La trama sigue siendo consistentemente superficial: al lado de los dos (y su inusual acompañante), el público atraviesa una aventura marcada por absurdos que, debido a un acto de confusión, les brinda a ambos un inesperado consuelo. Después de que la opción A no se probó por mucho tiempo, se vuelve aún más cómoda en la opción B. La mosca (llamada Dominique) se desvanece en un segundo plano y nunca se olvida la historia por completo de ella, pero en algún momento los eventos que rodean a los dos amigos son tan locos y divertidos que lo que en realidad es lo más absurdo de toda la trama se convierte en un asunto menos importante. Pero cada vez que aparece la mosca, hay algo conmovedoramente enternecedor en ella, de modo que solo puedes tenerle cariño.

Pero quien realmente roba el show de MANDIBULAS es sin duda la actriz Adèle Exarchopoulos que esta lejos de su zona de confort que es el drama, tiene una vis cómica que ojalá siga mostrando en otras películas. Tiene una actuación hilarante en el mejor sentido de la palabra y políticamente incorrecta e incluso hay momentos que el espectador sentirá si puede o no reírse de ciertas escenas que tiene la actriz. A pesar de eso, MANDIBULAS es la película menos cínica y que posiblemente sea la mas accesible para los espectadores que no estén familiarizados con el director Quentin Dupieux.

En definitiva y resumiendo: MANDIBULAS tiene una perfecta duración de 77 minutos, donde el humor no llega a cansar ni se queda a medio camino. El telón de fondo veraniego (muy francés) y la interacción sobre la amistad juegan un papel muy importante dentro de la historia. También implica que algún elemento fantástico (como puede ser la querida Dominique) no siempre es una amenaza dentro de otro género. Al fin de al cabo, MANDIBULAS es una mezcla de humor absurdo (y descarado) siendo brillante en ciertas escenas, jugando entre lo cómico y lo trágico de la vida en sí.