Cuando un sacerdote es encarcelado en Rumanía acusado de
asesinato de una monja a la que realizaba un exorcismo, la periodista Nicole
Rawlins (Cookson) investiga si el asesinato fue a una persona
mentalmente enferma o, por el contrario, las acusaciones son falsas y simplemente
perdió la batalla contra una presencia demoníaca. Una presencia que ahora
podría estar experimentando ella misma…
En 2007, el director francés Xavier Gens logró hacerse
un nombre con el brutal thriller de terror FRONTIER(S).En el mismo año, los espectadores
pudieron ver su adaptación del videojuego HITMAN,
pero al igual que su película de 2011 THE DIVIDE no dejó
ninguna impresión especial al espectador. Desde entonces, sólo ha trabajado en
pequeñas colaboraciones y series. Así que THE CRUCIFIXION es
su primer largometraje después de seis años. Incluso si el tema del exorcismo
parece ser amplio, la esperanza de que el talento de Gens pudiera conseguir
algo grande con una ambientación en un pueblo de Rumania, parece que va a tener
que seguir esperando.
El resultado final es bastante preocupante. En la primera
mitad sólo se declara un drama de tono plano y soso, con unos pocos “scare jumps” colocados para que
sigamos pensando que estamos viendo una película de género. Puesto que ninguna
atmósfera se ha formado hasta este punto, los momentos de terror son bastante
moderados. Tan pronto como la película toma un poco de ritmo, hay pocas escenas
que provoquen un sentimiento al espectador, llegando a momentos de auténtico aburrimiento.
Si la situación de fervor religioso o entidad malvada pronto retira el interés del
público.
Según los créditos iniciales, la película está
"inspirada en hechos reales". Eventos reales o no, apenas aportan nada.
El guion de Chad y Carey W. Hayes es tan genérico como
parece. La palabra "cliché" es la mejor descripción de lo que ocurre THE CRUCIFIXION.
Ahora, no me importa si la película quería centrarse más en las elaboradas
partes de la investigación. Pero aun así, la historia genera poca intriga y
todo lo que tenemos es un tedioso debate sobre religión, fe y exorcismo (cuando
creo, que lo que todo espectador espera, es pasar un mal rato).
El elenco es igualmente decepcionante. Sophie Cookson en su primer papel principal como Nicole
Rawlins consigue una actuación plana e insípida. Está muy lejos de lo que hizo
en el pasado, como se ve claramente en sus sólidos papeles secundarios que incluyen
KINGSMAN:
SERVICIO SECRETO (2014) y la serie drama de Netflix, GIPSY
(2017). Incluso su química con el padre Anton interpretado por Corneliu Ulici genera cero química en
pantalla. No cabe duda de que Cookson merece todavía estar en un
plantel de secundarios (o por lo menos, tener un mejor guion en sus manos).
En definitiva y resumiendo: Xavier Gens está dejando
muy atrás la frase de “nueva promesa del terror” a pesar de que lo único destacable
es un nivel de fotografía bastante, de lo contrario, THE CRUCIFIXION es apenas aterradora o incluso lo suficientemente
atractiva como para calificarla como un esfuerzo aceptable, del que una vez
vista será olvidada inmediatamente.