Una aventura épica y una historia de supervivencia
ambientada en la Europa de hace 20.000 años, durante la última glaciación. En
mitad de su primera cacería con el grupo de élite de su tribu, un joven es
herido y dado por muerto. Al despertar se encontrará débil y solo, y deberá
aprender a sobrevivir y abrirse camino ante la dura y cruel naturaleza.
Acompañado a regañadientes de un lobo abandonado por su manada, los dos
aprenderán a confiar el uno en el otro, convertirse en aliados.
Si bien el verano técnicamente no termina hasta pasado un
mes (más o menos), la temporada de películas “veraniegas” tiende a concluir a
fines de Julio, dejando agosto para el tipo de películas que tienden a tener
problemas para encontrar su público. ALPHA (2018) es una película así, y si bien es
comprensible por qué se puede pasar por alto esta película en los cines, aquellos
que se tomen el tiempo para verla, quizá se lleven una sorpresa.
La trama de ALPHA es simple. Es una historia de un niño y su
perro, aunque técnicamente la película ciertamente se sostiene sola al
pretender ser la primera historia de este tipo de relación entre humano y
animal. La historia es simple, directa y bastante predecible. Sin embargo, hay
un encanto máximo para la simplicidad que funciona bien. Gran parte del crédito
debe otorgarse a Kodi Smit-McPhee. Para la mayoría de la película, él es el
único humano en la pantalla, por lo que, si el público no se identifica con él,
todo el ejercicio es en vano. Afortunadamente, es una conexión bastante fácil
de hacer. Keda, su personaje, es inteligente y capaz, por lo que es creíble que
pueda tener éxito, aunque la situación está en contra de él lo suficiente como
para no estar seguro de que lo hará.
Si hay una segunda estrella en ALPHA, es los paisajes. Es una
película visualmente impresionante. Dado que el diálogo se mantiene al mínimo,
gran parte de la historia se cuenta visualmente. Los amplios espacios abiertos
y las vistas son un personaje más de la película, ya que el villano definitivo
que debe superarse es la propia madre naturaleza. Algunos de estos escenarios de
fondo son de pantalla verde e incluso se pueden llegar a notar, pero siendo tan
impresionantes es fácil dejar pasar este leve error.
Si hay una queja importante con ALPHA, es que el ritmo y la historia
me parecieron un poco desequilibrados. Gran parte del primer acto está dedicado
al trasfondo de Keda, conocer a su familia, a su tribu, y verlo aprender a ser
un cazador. Si bien hay información absolutamente importante en estas escenas,
el breve tiempo de ejecución de la película, de menos de 100 minutos, significa
que apenas más de la mitad es con Keda y Alpha. Teniendo en cuenta que gran
parte de estas escenas iniciales involucran personajes que no son importantes
cuando los conocemos, y que no cobran importancia más adelante, parece que esto
podría haber sido recortado para dar más tiempo a la historia principal.
Específicamente, la construcción de la relación temprana entre los dos
personajes principales se siente muy breve. Del mismo modo, una confrontación
en el tercer acto que podría haber sido algo impresionante de ver ha terminado
casi antes de que comience.
Sin embargo, otra preocupación sobre ALPHA es que pueda encontrar su público
en los cines. Mientras se llama la historia una película de "niño y su
perro" puede hacer que parezca una película para toda la familia, en
realidad no lo es tanto. Si bien no es demasiado sangrienta o violenta, hay
mucho material oscuro para los niños, al fin de al cabo es una historia de
supervivencia.
En definitiva y resumiendo: No tienes que amar a los perros
para que te guste ALPHA, aunque estoy seguro que eso ayuda. Mientras
que no es la historia definitiva sobre “un niño y su perro” puede parecer que
lo es, aparte de ser una aventura visualmente impresionante y atractiva que
seguramente gustara mas de lo que te piensas.