Venom (2018)


Como periodista, Eddie Brock (Tom Hardy) lleva tiempo intentando desenmascarar al creador de la Fundación Vida, el famoso genio científico Carlton Drake (Riz Ahmed), una obsesión que ha arruinado su carrera y su relación con su novia, Anne (Michelle Williams). Al investigar uno de los experimentos de Drake, el ente alienígena Venom se fusiona con el cuerpo de Eddie, y el reportero adquiere de pronto nuevos e increíbles superpoderes, así como la oportunidad de hacer prácticamente lo que se le antoje.

Considerado durante mucho tiempo como uno de los personajes de cómics más inaceptables, después de haber sido tratado de manera desastrosa (contra los deseos del director Sam Raimi) en SPIDER-MAN 3 (2007), VENOM (2018) ha conseguido finalmente su propia oportunidad de estrellato con la dirección de Ruben Fleischer. Producida “en asociación” con Marvel, VENOM es en realidad bastante diferente a las demás películas de superhéroes, de buena o mala manera. Por un lado, puede brillar sin pertenecer a ningún tipo de ensamblaje junto a otras películas, pero por otro lado es similar al enfoque "probemos cualquier cosa” que arruinó muchas otras películas que no son del Universo Marvel. El resultado es una película que cuando es buena, es bastante buena pero cuando es mala también lo es.


En muchos sentidos, el desempeño de Tom Hardy será decisivo para los fanáticos y podría ser considerador un factor de división. Nadie podrá acusarlo de haber aceptado el papel, pero su actuación es bastante extraña. Interpreta a un Eddie infectado como un cruce entre Marlon Brando de la década de los cincuenta, Al Pacino de la década de los noventa, y un poco de Jerry Lewis, lo que lo hace diferente a cualquier personaje de superhéroes que hayas visto. Hardy, que murmura y mira hacia todos lados, y que cuando hace de periodista no convencen absoluto.


El hecho es que, por extraño que sea el rendimiento de Hardy, en cierto modo es fascinante. Se compromete tan plenamente con la película que es admirable, ya que nunca se siente como un actor que solo ha ido a cobrar el cheque. Y una vez que está infectado, el intercambio entre Eddie y Venom tiene un cierto aroma a “buddy movie” de los años ochenta que es un poco absurda pero que divierte. Teniendo en cuenta el tono oscuro del principio y que después cambie a un tono más “familiar” puede que los fans acérrimos puedan estar cabreados ya que esta no es la versión con clasificación para adultos que todos estábamos deseando (y que en cierta manera nos habían prometido).


La presencia de Hardy también parece haber ayudado a atraer a un gran elenco de reparto, con Riz Ahmed haciendo de villano “random” de la historia (totalmente desaprovechado). De todos ellos, Michelle Williams es un aporte que no añade nada a la historia y que se podría haber prescindido de ella sin tener ningún tipo de variación en la trama. Además, la relación romántica con Hardy está muy torpemente desarrollado.


Realmente, el elenco y la relación Brock / Venom hacen que la película funcione, pero tiene otros problemas. Por un lado, la acción en CGI es relativamente “cutre” debido posiblemente a tener menos presupuesto que otras películas de super héroes y parece una película de serie b (esa persecución en moto es lamentable) y parece que no ayude a crear una franquicia potente. Además, el ritmo es un poco apresurado (a pesar de durar 110 minutos) y tiene unos cambios de tono que no cuadran con la narración, lo que hace que el nivel de calidad baje.


En definitivo y resumiendo: Al final, VENOM es una película absurda de superhéroes de serie B. Si puedes entrar con esa mentalidad, te divertirás, pero si vas buscando una adaptación de tu personaje favorito, posiblemente salgas con un cabreo importante. Pero al menos entretiene.