Este resumen de JUEGO DE TRONOS Temporada 8 episodio 4 titulado "The Last of the
Starks" contiene SPOILERS.
Llegó el invierno. Y el invierno se fue, así como así.
Resulta que todo lo que tenían que hacer para derrotar la persistente amenaza
sobrenatural de la serie era apuñalarlo; una conclusión apropiadamente mundana
a esa persistente trama secundaria existencial. Afortunadamente, el director de
fotografía del episodio 3, Fabian Wagner, fue capaz de decir que
la culpa de que el capítulo fuera tan oscuro no fue suya, quizá nuestra por no
poner el brillo de la pantalla al nivel del Sol. Quizá también no fue su culpa
que se colara una taza del Starbucks delante de una mesa de Invernalia.
Comenzamos en Invernalia, después de la reciente batalla haciendo
un homenaje a los caídos donde Jon Snow, pero en realidad Aegon Targaryen dio
un discurso entusiasta (con su nivel de expresión) para después hacer una
barbacoa con los muertos. Después, los supervivientes celebran su éxito con una
gran cena. Gendry fue promovido a Lord Gendry Baratheon de “Bastión de Tomentas”,
y Jaime finalmente pudo consumar su extraño romance con Brienne (para el goce
de los fans de carpeta). Jon reveló su verdadera filiación a Arya y Sansa diciendo
que jurasen no decirle a nadie ese secreto, pero Sansa tarda muy poco en contárselo
a Tyrion. Jaime tuvo que regresar al Desembarco del Rey para enfrentarse a su
hermana, dejando a Brienne con un choque emocional, ya que aparentemente se ha
convertido en un personaje completamente diferente ahora (muy ñoño). Jon antes
de partir le da a Ghost a su amigo Tormund (casi sin despedirse del leal perro),
probablemente porque todo el presupuesto de CGI se ha gastado en batallas y
dragones y no hay suficiente dinero para que haga algo genial. Bronn llega con
una ballesta y la usó para amenazar a Tyrion y Jaime para que le den AltoJardin
en una escena que no aporta nada mas que un cameo y un dialogo absurdo.
Y luego está la estupidez, que llega con Daenerys volando en
su “mochillo dragón” hacia Desembarco del Rey para atacarlo. Naturalmente, ella
va directamente a una emboscada y uno de sus dragones (no puedo distinguirlos
si soy sincero) acaba ensartado por flechas gigantes y se precipita hacia el
océano. Luego, Missandei es capturada y decapitada (gracias a que Cersei ya va
sin filtro) mientras que el pobre Gusano Gris se ve obligado a mirar mientras
el cadáver sin cabeza de su joven amor cae de las murallas. Sus días de follar
en seco ya han terminado y es una pena.
La muerte de Missandei fue, en teoría, bastante trágica; Es
uno de los pocos personajes de JUEGO DE TRONOS que se mantuvo más o menos
inocente en todo momento. Pero, sin embargo, no significa casi nada porque la
serie nunca lo hizo realmente bien con ella, sino que se apoyó en su
inverosímil belleza y encantadora inocencia, de modo que un momento como este
dolería un poco, pero nada cambia realmente como resultado de que a Missandei
se le haya cortado la cabeza, como si nada hubiera cambiado con la muerte de
Jorah o Theon la semana pasada. Mientras que una vez este espectáculo estuvo
dispuesto y deseoso de matar a los personajes principales de manera impactante
y profundamente desagradable (acordaos de la Boda Roja) y ahora solo está
seleccionando el elenco secundario para ir eliminándolo.
La pregunta que "The Last of the Starks" no responde,
es por qué deberíamos preocuparnos por cualquiera de ellos. Daenerys está
sufriendo un giro de último momento, con Tyrion y Varys teniendo conversaciones
muy inquietantes sobre sus intenciones, ya que están más dispuestos ahora a
dejarle el Trono de hierro al bueno y afable Jon. Ya que Daenerys está
dispuesta a sacrificar a los inocentes y arrasarlo todo con tal de sentarse en
ese trono lo que demuestra que ella y Cersei no son realmente tan diferentes. Y
si bien nada de esto es una mala idea, en teoría, hubiera sido mejor si la
serie hubiera sido consistente acerca de lo que quieren de Daenerys como
personaje. ¿Es ella la que rompe las cadenas? ¿O es simplemente una
conquistadora que ha tenido que viajar más de lo habitual?.
Y ese es el problema: Jon también lo tiene. Sus seguidores
lo adoran porque está dispuesto a meterse de lleno en la refriega y
sacrificarse por lo que cree que es correcto, pero también está dispuesto a
arriesgar la vida de esos seguidores porque es esencialmente más heroico hacer
eso de lo que realmente es sentarse y piensa bien las cosas. Casi todo lo que
sucede en "The Last of the Starks" sucede porque la trama lo necesita.
El espectáculo está tan presionado por el tiempo, y tan dedicado al atractivo
general que tiene ciertos fallos menores. Y no estoy seguro de que haya
suficiente tiempo para que vuelva a ser genial, pero pensemos que “The Last of the
Starks” es un capítulo de transición.