En 1988, el oficial de la policía de Filadelfia Thomas
Lockhart (Boyd Holbrook), ansioso por convertirse en detective,
comienza a seguirle la pista a un asesino en serie que misteriosamente resurge
cada nueve años. Cuando los crímenes del asesino empiezan a desafiar cualquier
explicación científica, la obsesión por descubrir la verdad amenaza con
destruir su carrera, su familia y, posiblemente, su cordura.
Tengo que ser sincero, el largometraje FRIO EN JULIO (2014)
del director Jim Mickle y que tuvo una buena recepción por parte
del público, a mí me dejo literalmente frio (nunca mejor dicho) pero en esta ocasión
con EL LADO SINIESTRO DE LA LUNA (2019) nos ofrece una versión de genero al estilo TRUE DETECTIVE (2014) en el sentido de que cubre
varias décadas en la carrera de un detective obstinado, en este caso, el
personaje de Thomas Lockhart interpretado por Boyd Holbrook , y
el efecto desastroso que una obsesión puede causar en la vida personal de una
persona.
Sin embargo, y esta es una de las cosas que me gustaron de EL LADO SINIESTRO DE LA LUNA, la película de Mickle
no juega a ser algo importante dentro del mundo cinematográfico. Es solo un
divertido juego de ciencia ficción de dos horas, que disfrutas y luego olvidas.
Es un thriller de viajes en el tiempo que no tiene miedo de volverse un poco
absurda, y nadie puede decirme que esto no es intencional, como una escena en
la que el personaje de Holbrook tiene un accidente con una
camioneta llena de cerdos muertos (rodada a cámara lenta).
El misterio de la película tiene bastante intriga, con unas
víctimas que mueren todas de la misma espantosa manera, donde básicamente se
les derrite el cerebro. Se nos ofrece una ligera mirada a la causante de estas
muertes que está interpretada por Cleopatra Coleman, que no está
dentro del promedio de asesino típico de las películas y más cuando especialmente
tiene cuidado con no lastimar a Holbrook en bastantes escenas,
tratando de disuadirlo de que no la persiga. Todo esto juega claramente con el
gran giro de la película, que los guionistas Gregory Weidman y Geoff
Tock, que funciona relativamente bien.
Mickle dirige con mucho estilo y en EL LADO SINIESTRO DE LA LUNA tiene algunos toques excéntricos que lo diferencian
de la norma, incluida un buen score de Jeff Grace y un buen
trabajo de Michael C. Hall (como el simpático cuñado y jefe de Holbrook)
y el siempre genial Bokeem Woodbine, quien está infrautilizado
como su compañero (¿cuándo Woodbine tendrá un papel principal?).
Sin duda Boyd Holbrook, tiene uno de los mejores
papeles protagonistas de su carrera. Tiene mucho más con lo que jugar aquí que
en PREDATOR (2018), y se mete en el papel
como policía obsesionado. Notablemente, también le da al personaje mucha
humanidad, tanto en la forma en que trata con su familia como en la forma en
que persigue a Coleman, la presunta asesina. A los eventos
actuales también se les da un guiño, con pistas arrojadas a lo largo de todo el
metraje, aunque como he dicho anteriormente, la película se juega todo a la
carta del giro final.
En definitiva y resumiendo: EL
LADO SINIESTRO DE LA LUNA es
realmente un pequeño thriller de acción y ciencia ficción que divierte al
espectador con un trabajo destacado de Holbrook y Coleman,
y ciertamente los lectores de este blog probablemente la disfrutarán si pueden
apagar sus cerebros en cierta medida, como cualquier otra cosa. Si no se trata
de viajes en el tiempo, las "reglas" se desmoronan cuanto más
reflexionas sobre ellas. Sin duda me divertí con esta película original de
Netflix, aunque ciertamente, podría ser un poco demasiado "fuera de
lugar" para algunos.