
Después del éxito abrumador de la película debut del
director Babak Anvari, titulada UNDER
THE SHADOW (2016) hubo muchas esperanzas para la película de terror titulada
WOUNDS (2019). Lamentablemente, el horror
psicológico del guionista y director británico-iraní sigue en el mismo camino
de su anterior trabajo, una película que me pareció una mezcla de géneros ya
vistos y con un final insípido. Aquí, parece que tenemos un caso desafortunado de
la repetición de los mismos fallos, aparte de una incredulidad significativa y
un toque de absurdez.
Una producción de Annapurna repleta de estrellas y que
parece que tiene un presupuesto saludable, tenía el potencial de ser un
thriller único, y ciertamente, en ocasiones te hace pensar que eso es lo que
estas viendo. Pero entonces, todo se combina de una manera tan anticlimática
que te das cuenta de que, a pesar de toda lo bueno logrado, WOUNDS no tiene nada que pueda salvarle del
completo olvido en un par de semanas, aparte de algunos adornos estilísticos.
Ciertamente, el actor Armie Hammer tiene una actuación
exagerada, incluso si es quizás el barman más glamoroso del mundo. Se merece
crédito por subvertir el estereotipo en el que parece encajar, interpretando a
Will como un hombre corpulento y temerario, pero bastante cobarde y libre de
cualquier sentido de sentido común cuando se trata de eso. Esto se destaca
desde el principio cuando, durante una pelea violenta, el hombre que él
considera un intelectual débil (y su rival romántico para el personaje de Zazie
Beetz) es el que interviene y evita un derramamiento de sangre,
mientras que Will no hace nada. Es un hombre de paja, y de alguna manera, es un
papel atrevido para él.
De hecho, durante una buena parte de la película, pensé que seria
una versión de VIDEODROME (1983) con Armie
Hammer, con algunas similitudes. Anvari, quien también
escribió el guion, hará que Will descubra un teléfono móvil lleno de imágenes
grotescas y hace que él y su novia se obsesionen, algo que comienza a manifestarse
físicamente. Por desgracia, WOUNDS no
tiene ninguna de la sustancia de Cronenberg, por lo que se
desmorona como un castillo de naipes.
Lo desconcertante es cómo Dakota Johnson
terminó en la película, interpretando el papel totalmente ingrato de la novia engañada
de Will. Ella no tiene casi nada que hacer, salvo por una confrontación
interesante entre la pareja en el ultimo tercio del metraje. El mejor papel
femenino aquí es para Zazie Beetz como cliente favorita de Will, personaje
que Will intenta conquistar, a pesar de que, a diferencia de Will, ella es una persona
leal con su pareja.
En definitiva y resumiendo: En lo que respecta al terror, WOUNDS solo tiene un par de escenas grotescas, con
las cucarachas como grandes protagonistas Es una mezcla caótica de conceptos y
cualidades que no funciona en ningún momento, a pesar de intentar arriesgar en
algún momento y que cae en un par de sustos baratos y ruidosos en lugar de
crear un suspense genuino. Sin duda, una película que no merece ningún tipo de atención,
al menos que seas un fanático del genero y tengas que verlo absolutamente todo.
Como punto final, decir que lo mejor seria que el director Babak Anvari se
fuera a un bar como el de la película y se emborrachara, para ver si encuentra algún
tipo de idea que merezca la pena.