Un grupo de personas, desconocidas entre sí, despiertan en
un lugar deshabitado. Pronto se dan cuenta de que alguien intenta,
literalmente, cazarlos como a animales.
EL MALVADO ZAROFF (1932), como arquetipo de género, siempre se ha
utilizado como una metáfora para la división de clases, siempre y cuando la
historia haya existido. Los ricos aburridos que cazan al ser humano oprimido,
pero inteligente, son claves extremadamente convincentes para cualquier
historia. Esto ha tenido un gran éxito en películas tan diversas como JUEGO DE SUPERVIVIENCIA (1994),
con una actuación y peinado inolvidables de Ice T, hasta el divertido
vehículo estelar para el actor de acción de los años 90 como BLANCO HUMANO (1993),
o una loca película de John Leguizamo titulada UN TIO LLAMADO PESTE (1997). Hay algo
inherentemente convincente sobre la idea de cazar a una persona que creo que se
relaciona con la motivación. Michael Meyers da miedo porque nunca
entiendes la motivación, ¿los ricos cazan a los pobres por aburrimiento? Eso da
miedo porque es muy mundano. Todos hemos estado aburridos, y todos hemos
imaginado lo que haríamos con recursos infinitos, por lo que hay algo
inherentemente oscuro en llegar a la conclusión de "cazar seres
humanos".
Otra cosa que debe mencionarse antes de entrar en esta
película es su extraño viaje hasta el espectador por así decirlo. LA CAZA se suponía
que obtendría un lanzamiento en cines en agosto de 2019, pero debido a un par
de tiroteos masivos y ataques abiertos de varias figuras políticas en USA, la película
se archivó. En un movimiento de marketing razonablemente astuto, Blumhouse se
inclinó hacia este evento con el marketing, llamándola "la película más
comentada que nadie ha visto". La película es una sátira política, y
reproduce el discurso político actual metafóricamente, pero no es tan corrosiva
como se cree, y mucho menos para justificar el alboroto que la rodeo en su
momento. De todos modos, si esta película alcanza alguna vez la notoriedad de clásico
moderno, la controversia será un motivo para recordarla.
El espectador no necesita mirar más allá de los personajes
mismos, a ambos lados (tanto de los cazadores como de los cazados) para ver cuáles
son las intenciones de los cineastas ya que cada personaje, excepto uno, no es
más que un portavoz de diálogos simples y la mayoría de las representaciones de
personas de cualquier afiliación política. Los secuestrados y cazados son
representados como homófobos del medio oeste, trolls de podcasts, veteranos que
odian a los "elitistas". Lo mismo ocurre con los izquierdistas, asegurándose
de no usar palabras "desafiantes" y reconociendo el cambio climático y
cuán horribles son las bebidas azucaradas. Habiendo reunido a un elenco como Ike
Barinholtz, Emma Roberts y Glenn Howerton, el
guionista y director Craig Zobel (Z
FOR ZACHARIAH) no se molesta en profundizar en ninguno de ellos por
el bien de una sátira verdaderamente incisiva, y la mayoría de los personajes
existen simplemente como caricaturas de dibujos animados que se supone que
debemos despreciar tanto que no podemos esperar para verlos muertos.
Y, para crédito de la película, ahí es donde está la diversión.
Cada persona con la que nos encontramos es tan desagradable y tiene las
personalidades de un troll de Twitter, que cuando llega el momento de sus
muertes, viene con la dosis añadida de diversión absurda. Pero esto es
puramente divertido en un nivel visceral y absurdo, con una primera media hora sorprendente,
pero que también juega en su contra porque después de eso pierde un poco de fuelle.
La película se mantiene en un primer nivel gracias al personaje de Crystal (Betty
Gilpin), una mujer que está en el grupo de los que tienen que ser cazados
pero que esconde más de una sorpresa (y que no voy a destripar).
La actuación
de Gilpin es fría y lo suficientemente entrenada para patear
traseros como para superar fácilmente el desafío. Gilpin tiene un
papel protagónico que mejora aún más en la forma en que eleva el desarrollo del
personaje al inyectar un sentido del humor contundente y un impulso implacable
que la hace fascinante de ver. Ella lo interpreta como una heroína de acción
genial con un ingenio mordaz, lo que hace recordarla muchísimo a la actriz Jodie
Cormer en la serie KILLING EVE. También se presenta en la película (aunque demasiado
tarde) el personaje de Athena Stone interpretada por Hillary Swank que
demuestra que sigue siendo una gran actriz, aunque sea haciendo un monologo
sobre prepararse un sándwich.
En definitiva y resumiendo: LA
CAZA me “atrapo” desde el primer
momento. Quizá su crítica hacia la política flojea según pasan los minutos, su
violencia funciona dentro del loco mundo en el que se desarrolla la historia y
gracias a la gran actuación de Betty Gilpin sube puntos positivos.
No estoy hablando de algo que revolucionara el género, pero tiene un ingenio logrado,
es inteligente y sangrienta.