Becky (2020)


El fin de semana en un lago de una adolescente (Lulu Wilson) que pasa unos días con su padre toma un rumbo inesperado cuando un grupo de convictos aparece de súbito en sus vidas.


Su hubiera que definir a BECKY (2020) sería fácil decir que es una mezcla entre SOLO EN CASA (1990) y HANNA (2011).De la película he preferido no ver absolutamente, ya que últimamente los trailers solo se dedican a poner las mejores escenas, y en cierta medida me alegro ya que BECKY entraría dentro del (sub) género que siempre me ha gustado que son las películas de venganza y está en concreto me ha gustado más de lo que esperaba.


Dirigida por Jonathan Milott y Cary Murnion, quien realizaron la comedia terror DULCES CRIATURAS (que a mí personalmente no me gusto), BECKY sigue las tendencias hiperviolentas de la anterior, pero ahora con una historia más sólida. Esto no es del todo original, y es una historia que has visto muchas veces, pero Milott y Murnion toman la decisión inteligente al adoptar un enfoque un poco exagerado y abrazando la “serie B”. Tenemos zooms inspirados en Raimi y un nivel de hemoglobina alto. Aunque tarda un poco en arrancar, la tensión se basa en escena únicas e intensos primeros planos.


Esta película no solo tiene un ritmo que funciona durante todo el metraje, además tiene un estilo visual logrado. Escenas nocturnas cinematográficas (Kevin James parado junto a la hoguera) y la directora de fotografía Greta Zozula es la verdadera MVP y saca todo lo mejor en un entorno boscoso. A medida que avanza la película, las cosas se embellecen más, e incluso recibe un ligero toque a lo MANDY (2018) pero sin el viaje alucinógeno. El tercer acto (que ocurre de noche) es donde todo alcanza su punto máximo. El estilo y el tono se incorporan a este crescendo de sangrienta brutalidad, y todo se desvía de la mejor manera posible.


Lulu Wilson es lo mejor de esta película, y puede que algunos espectadores no puedan soportar su problemática e irritable Becky. La actriz participa con sus habilidades en la actuación y ofrece un papel que puede definir su carrera. Becky es una chica dura, mientras que Wilson realiza el equilibrado pero vulnerable acto de equilibrar sus emociones. Incluso si no es realista que una niña se enfrente a un grupo de convictos, Wilson está tan comprometida con su personaje que yo lo compré desde el primer momento. Kevin James es la apuesta de la película, ya que BECKY está siendo promocionada como su primer papel dramático, y estoy aquí para decirte que realiza un gran papel. Su interpretación del personaje de Dominick me sorprendió como un neonazi con ideas malévolas. Esperaba algo más contundente y exagerado, pero tiene un carácter más discreto y metódico. Es un tipo que cree en la "raza pura" pero nunca deja que sus emociones dicten sus acciones. Es una dirección diferente a la que esperaba, pero me sorprendió gratamente el alcance y el talento que Kevin James aporta al personaje.


En general, sin embargo, hay cosas negativas que también hay que mencionar. Hubiera preferido que el grupo de los convictos fuera más grande (más convictos = más asesinatos), y desearía haber podido pasar más tiempo con ellos antes de que llegaran a la casa del lago. No es que necesite invertir tiempo en saber de sus vidas, pero hay una razón dentro del grupo que es un MacGuffin ... que sigue siendo eso. Si los desarrollaran más y sus tendencias violentas, entonces el placer de verlos morir hubiera sido mucho más placentero. Además, siento que algunas decisiones (enviar a un hombre a la vez) se tomaron para mantener la historia en marcha. Estas son quejas menores y no afectan la historia general. Las películas de venganza no deberían ser demasiado complicadas y BECKY parece tomar nota sobre ello.


En definitiva y resumiendo: Obteniendo escenas sangrientas y con unos villanos que parecen salidos de una película de Bond, BECKY no tira de la absurda caricatura o del homenaje al “Exploit”. Kevin James y Lulu Wilson realizan ambos un gran papel dándole a BECKY una distinción única. Destinada a convertirse en una película para el disfrute del fanático, tiene el poder de los actores y la destreza técnica para ser algo mejor que la media y, con suerte, con el talento de Wilson, recibirá una buena recepción (merecida). BECKY es el tipo de película que no ves con demasiada frecuencia. Una que estilísticamente abraza su lado más oscuro, mientras pateas culos con salvajismo.