Falling (2020)

La demencia (o demencia Senil) se menciona repetidamente como una enfermedad de la era moderna porque solo ocurre con mayor frecuencia en una población moderna y envejecida y, según la opinión unánime de las investigaciones sobre la enfermedad, ocurrirá con mayor frecuencia en el futuro. Por tanto, no es de extrañar que cada vez más cineastas estén descubriendo el tema por sí mismos y la enfermedad insidiosa en producciones cinematográficas como CON LA CABEZA LLENA DE MIEL (2018) o SIEMPRE ALICE (2014) de formas muy diferentes, pero siempre abordad de una manera enfáticamente emocional.

“John Petersen (Viggo Mortensen) vive con su novio Eric (Terry Chen) y la hija adoptiva de ambos en el sur de California. Su padre Willis (Lance Henriksen) un granjero tradicional y conservador de 80 años, decide viajar a Los Ángeles y quedarse en casa de John mientras busca el lugar idóneo para jubilarse. Una vez todo juntos, dos mundos muy diferentes colisionan. Willis muestra señas de estar perdiendo la cordura, y su peculiar forma de ser, tan divertida como dañina para algunos miembros de la familia, saca a relucir heridas del pasado y de años de desconfianza entre sus allegados”.

Antes de entrar en la crítica de FALLING (2020), agradecer a CINEMES LAS VEGAS (Figueres) por ofrecer en su cartelera esta película, tanto en versión Doblada al castellano como en VOSE (que en esta ocasión recomiendo verla en versión original, ya que el espectador podrá disfrutar de insultos en el idioma de Shakespeare y a Viggo Mortensen hablando en español en varias escenas.

Ahora ya entrando en la crítica, FALLING es el debut en la dirección de Viggo Mortensen y que intenta evitar que los espectadores se involucren demasiado emocionalmente, ya que no intenta ganarse al publico con la lagrima fácil, intentado tirar por la comedia humana que pasa de risas a un silencio sepulcral en medio de una escena y donde se nota que el director/actor ha realizado una obra con cariño, ya que al final de sus 110 minutos en sus créditos, vemos que el largometraje esta dedicado a sus padres, a pesar de una historia muy amarga.

En una entrevista, Viggo Mortensen relativizó este marco biográfico hasta cierto punto. Sí, FALLING tiene referencias a la propia vida, pero esta no es una historia autobiográfica. En cambio, FALLING trata de hacer visible el núcleo de las relaciones familiares disfuncionales, cuando, en última instancia, a menudo se atribuyen al concepto engañoso de los recuerdos. En la visión de Viggo Mortensen en la pantalla y el pasado es una historia que los protagonistas se cuentan a sí mismos a su manera subjetiva. El problema con esto es que Mortensen piensa que su dilema psicológico es demasiado simple y se centra en un conflicto padre-hijo que es sorprendentemente unidimensional en ciertos momentos de la trama. Aun así, la película es muy buena en ciertos aspectos.

El otro punto fuerte de la película es el personaje de Willis (Lance Henriksen) que no tuvo palabras amables para su hijo cuando era un bebé. Viggo Mortensen, en el guion, pinta la imagen de un hombre frío y de dura consistencia, que solo es capaz de mostrar una chispa de empatía hacia su nieta Mónica (Gabby Velis) en raros momentos antes de que regrese de inmediato a atacar a cualquier persona para ofenderlo. Los arrebatos del anciano nunca se convierten en escenas cómicas, sino que siempre tiene que atacar a alguien como defensa hacia su enfermedad. A través de las muchas retrospectivas en las que Willis ignora a su esposa, a su hijo y su hija con métodos obsoletos, Viggo Mortensen desacopla el odio del hombre de su enfermedad, lo que no es una buena excusa para sus arrebatos. Willis siempre ha sido un gilipollas (con perdón) y ahora es un gilipollas demente. Seguramente en la sala de cine donde estuve visionando la película, habría personas que en algún momento se preguntaran por qué John se hace esto a sí mismo y por qué su padre no se pudre lejos sin que a él le importe. Y esa es exactamente la verdadera fuerza del drama y de la historia.

A medida que avanza la historia, queda cada vez más claro cuánto se siente John responsable de su padre, a pesar de todo sus disgustos. En una escena particularmente intensa en la vieja casa/cabaña de Willis, la situación estalla, y los dos actores brillan de manera excelente. Sin embargo, el juego de aspectos sutiles de Viggo Mortensen es particularmente impresionante. Una y otra vez puedes leer el rostro de John mientras se traga su ira hacia su padre.

En definitiva y resumiendo: En su debut como director, Viggo Mortensen nos ofrece un drama familiar que vive principalmente de sus dos actores principales. Si bien FALLING puede no ser tan precisa en términos de psicología y montaje como le hubiera gustado a Viggo Mortensen, pero la película plantea preguntas interesantes sobre la imposibilidad del perdón y la aceptación del dolor. No es una obra maestra, pero sin duda por sus actuaciones y la historia que es interesante a nivel dramático, es una película que merece mucho la pena ver. Y que recomiendo totalmente.